XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Dolor articular generalizado.
Enfoque individual
Antecedentes personales:
Mujer de 58 años diagnosticada de artritis reumatoide hace tres décadas, sin tratamiento en la actualidad.
Anamnesis:
Acude a nuestra consulta refiriendo cuadro desde hace unos días consistente en poliartralgias en manos y pies, así como rigidez matutina. Coincidiendo con estos síntomas relata dolor urente en miembros inferiores cuando están cerca de una fuente de calor, mejorando con el frío.
Exploración:
Anodina.
Pruebas complementarias:
En la analítica destacó la presencia significativa de factor reumatoide, anticuerpo antipéptido citrulinado y reactantes de fase aguda.
Enfoque familiar
Tipo de Familia: nuclear con parientes próximos.
Fase IV del ciclo vital familiar (Contracción).
Buena red social y apoyo emocional. Escala de apoyo funcional de Duke: 41 puntos.
Escala de Reajuste Social de Holmes y Rahe: 130 puntos.
Desarrollo
Eritermalgia secundaria a artritis reumatoide. Diagnóstico diferencial con otras artritis, como las microcristalinas o víricas. También con la eritromelalgia, la eritermalgia primaria y otras formas de eritermalgia secundarias, así como polineuropatías, distrofia simpático-refleja, o acrocianosis.
Tratamiento
Se prescribió pauta de corticoesteroides y se derivó a Reumatología.
Evolución
Favorable.
La eritermalgia forma parte de un grupo de síndromes acrales vasculares históricamente conocido como eritromelalgia. Actualmente se acepta su clasificación en tres grupos: 1) Eritromelalgia, asociada a trombocitosis y síndromes mieloproliferativos, que suele responder al ácido acetilsalicílico. 2) Eritermalgia primaria, un desorden de probable patogenia genética que no responde al ácido acetilsalicílico. 3) Eritermalgia secundaria, desencadenada por diversas patologías, fármacos, etc. que mejora al controlar el desencadenante. El diagnóstico de eritromelalgia se basa en la anamnesis y exploración física, reservándose las pruebas complementarias para determinar el tipo, o desenmascar las causas subyacentes. Nuestra paciente relataba un cuadro clínico compatible con un brote de artritis reumatoide así como de eritromelalgia que mejoró al controlar dicho brote. Traemos este caso por su interés clínico para nuestra consulta de Medicina Familiar.