XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Establecer una dieta única, equilibrada (nutrientes necesarios para el adecuado funcionamiento del organismo), saludable (mediterránea) e inocua; adaptando los mismos alimentos a las necesidades de cada persona.
Los profesionales sanitarios recomendamos regímenes alimentarios específicos según la patología afecta (hiposódica, pobre en lípidos, etc.) a fin de complementar la terapia farmacológica o, simplemente, como tratamiento de base.
Sin embargo la adherencia al tratamiento dietético es realmente escasa, sea por creer que ya basta con tomar la medicación para controlar la enfermedad sea por el hándicap que representa realizar una dieta distinta a la del resto de la familia.
Con la premisa de utilizar una dieta común y única para los miembros de toda la familia, efectuamos un seguimiento durante 1 año de 38 pacientes afectos de patología crónica estable (dislipemia, obesidad, diabetes e hipertensión arterial), partiendo de recomendaciones dietéticas universales así como ejercicio físico adaptado a las necesidades metabólicas del individuo. Los pacientes siguieron con su medicación habitual.
Se practicaron analíticas semestrales que objetivaron disminución de colesterol y triglicéridos entre 17 y 89 puntos, la mayoría de los hipertensos mantuvieron la presión arterial en rango, los obesos consiguieron un descenso de peso entre el 6 y el 9% y la hemoglobina glicosilada disminuyó entre 0,5 y 1,3. En base a estos datos, se consiguió retirar el tratamiento hipolipemiante en 6 pacientes.
Los regímenes dietéticos específicos para cada patología crónica pueden no ser necesarios cuando el paciente asume la dieta mediterránea como habitual, siempre y cuando la enfermedad esté estabilizada
La dieta única, equilibrada y saludable, apta para todos los miembros de una familia, facilita la adherencia a la misma.
La dieta única es aplicable a todos los usuarios. Sólo hay que modificarla en etapas de descompensación de la enfermedad de base.