En el año 2017 consulta por esguince de tobillo derecho «mal curado» con clínica de dolor, debililidad y sensación de arrastrar la punta de píe. Recuerda también varios esguinces previos. Se deriva a trauma y durante el año 2018 se realiza un electromiograma por las parestesias y se descarta una radiculapatía. Se realiza una Tomografía axial computarizada y con resultado de discopatía de la vertebra lumbar 5 y la sacra 1 junto con artrosis facetaria. Se aconseja calzado adecuado y pérdida de peso. 

A nivel privado reconsulta con varios traumatólogos e incluso con un neurólogo por sensación de inestabilidad, marcha torpe... En el año 2019 debido a que camina con más inseguridad se realiza una resonancia magnética cerebral cuyo resultado es muy sospechoso de enfermedad desmielinizante siendo el diagnóstico final una esclerosis múltiple.

Actualmente tiene una calidad de vida aceptable y responde a los tratamientos específicos que frenan el avance de la enfermedad. 

 Desde primaria tiene todo nuestro soporte: desde realizar analíticas, vacunación, revisar técnica de autosondaje, informes para solicitar una invalidez solucionar hasta solucionar todo tipo de dudas.

Muchas enfermedades neurológicas son muy complicadas y lentas de diagnosticar pero desde la Atención Primaria tenemos el privilegio de conocer a nuestros pacientes. Estamos al inicio de sus problemas y al retorno desde la atención especializada. 

Una vez más se comprueba que durante la pandemia hubo retraso para diagnosticar enfermedades importantes. 

Desde la perspectiva de género surge la duda sobre si el perfil de mujer obesa es un posible sesgo para evitar profundizar más en los diagnósticos y siempre echar la culpa a la obesidad y habría que evitarlo.