• Identificar las necesidades de salud de la población, tanto aquellas percibidas por los profesionales de la salud como las sentidas por la comunidad.

• Recoger aquellos recursos que puedan ser útiles para mejorar la salud del barrio.

• Proporcionar al Consejo de Salud un diagnóstico de salud que sirva de guía para comenzar nuevos procesos comunitarios.

Comenzamos investigando el recorrido histórico del barrio y sus características sociodemográficas. Después, realizamos un estudio con metodología cualitativa de las necesidades percibidas y de los activos de salud existentes, con las siguientes técnicas:

• Conversacionales: Entrevistas semiestructuradas individuales o grupales a asociación de vecinos, asociación de mujeres jóvenes, trabajadoras sociales del centro de salud, centros de día, albergue para personas sin hogar e instituto de la zona, representante de las farmacias del barrio, y personal de Servicios Sociales Municipales.

• Participativas: “World Cafe” con los profesionales del centro de salud, lluvia de ideas y foto-palabras con un grupo de costura de vecinas, mapeo de necesidades y activos en soporte gráfico con estudiantes del instituto y puesto de mapeo emocional en soporte gráfico en la entrada del centro de salud.

Realizamos un documento con los datos obtenidos y un resumen en formato audiovisual, con los que devolvimos los resultados a los participantes y al Consejo de Salud.

Conclusiones

El análisis de salud de un barrio permite permite obtener información útil para los órganos de gobernanza locales, previa a la planificación de los procesos participativos del barrio, priorizando las necesidades reales de la población y creando una red de activos que permita trasladar la promoción de la salud a otros espacios del mismo.

Aplicabilidad

Puede ser realizado por grupos comunitarios con una mínima formación previa, adaptando la metodología a las características de la población con la que se trabaja.