XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Mixto
Caso multidisciplinar
Dolor abdominal
Enfoque individual
Antecedentes personales: NAMC (intolerancia a Augmentine). Fumadora. No consumo de alcohol. Trastorno ansioso-depresivo. Dispepsia/Síndrome intestino irritable. No intervenciones quirúrgicas.
Anamnesis: Mujer de 46 años acude a su médico de atención primaria en múltiples ocasiones por molestias epigástricas, meteorismo y reflujo gastroesofágico de meses de evolución, sin mejoría tras procinéticos e inhibidores de la bomba de protones.
Consulta de nuevo por empeoramiento del dolor de dos días de evolución, intenso, irradiado hacia región lumbar. Náuseas y vómitos. Empeoramiento del estado general.
Tratamiento actual: Escitalopram, Paracetamol
Exploración física: Peristaltismo aumentado, dolor a la palpación en hipocondrio derecho y murphy dudoso.
Pruebas complementarias: Test de Helicobacter Pylori positivo. Tratada con OCAM 14. Analítica, ecografía abdominal, radiografía de tórax y abdomen normales.
Enfoque familiar
Casada. Trabajadora activa. Vida activa y mantiene buenas relaciones sociales.
Desarrollo
Paciente con dolor abdominal a estudio, normalidad de pruebas complementarias y empeoramiento progresivo sin mejoría a pesar de tratamiento farmacológico, precisando múltiples visitas a su médico. Asocia recaída de trastorno ansioso-depresivo.
Diagnóstico diferencial: Dispepsia, cólico biliar, pancreatitis, trastorno de somatización
Tratamiento
Tras nuevo episodio de empeoramiento, analitica 9000 plaquetas, lipasa 546. Se comenta con Hematología. Solicitan TAC abdominal apreciandose signos compatibles con pancreatitis aguda.
Se ingresa a la paciente con el diagnóstico de púrpura trombótica trombocitopénica en el contexto de una pancreatitis aguda precisando incluso ingreso en uvi y plasmaféresis.
Evolución
La paciente regresa en múltiples ocasiones por estado de nerviosismo, molestias abdominales y miedo a un nuevo episodio.
Se realizan varias sesiones de psicoterapia en consulta siendo derivada al Psicólogo disponible en el centro de salud recibiendo apoyo psicológico y reforzando tratamiento previo con Lorazepam. La paciente evoluciona de manera positiva sin nuevos episodios y con control de su ansiedad.
El razonamiento clínico del médico de familia es clave para un correcto diagnóstico diferencial, descartando en primer lugar las patologías mas frecuentes, siguiendo la evolución del paciente y reconociendo aquellas situaciones que precisen ampliación de estudios o actuación hospitalaria.
Tan importante es la patología orgánica como sus consecuencias a nivel psicológico. En este caso, resaltar la importancia del médico de atención primaria como acompañamiento y seguimiento posterior tras un ingreso prolongado y traumático.