Varón de 23 años que acude nervioso y angustiado por mala evolución de unas lesiones en palmas y plantas de los pies, que refiere ha tratado con diversas cremas (sin haber consultado con ningún médico). No presenta sintomatología constitucional (febrícula, faringitis, anorexia, artralgias o linfadenopatías generalizadas...). Niega viajes al extranjero recientes.

Objetivándose lesiones cutáneas compatibles con sífilis secundaria se vuelve a realizar anamnesis sobre posibles contactos sexuales de riesgo en los últimos meses y posibles lesiones genitales previas. El paciente niega lesiones compatibles con chancro sifilítico pero afirma haber mantenido relaciones sexuales sin protección hace algunos meses.  

• Pruebas complementarias: ante la sospecha de sífilis secundaria se solicita serología que la confirma posteriormente. 

Se debe realizar estudio de contactos sexuales y establecer tratamiento.

 

Juicio clínico: sífilis secundaria. Exantema generalizado, afectación palmo-plantar.

 

La Penicilina G administrada de forma intramuscular es el tratamiento de elección. Se debe advertir a los pacientes de la posibilidad de desarrollar una reacción de Jarisch-Herxheimer.
 

En los pacientes diagnosticados de sífilis deberá realizarse una analítica para descartar una coinfección por el virus de la inmunodeficiencia humana o los virus de la hepatitis B y C.

 

Después del tratamiento los pacientes deben ser evaluados clínicamente para asegurar la remisión de los síntomas y monitorizar mediante pruebas no treponémicas la respuesta serológica.

La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual de incidencia creciente en los últimos años. Aunque la lesión típica de la sífilis primaria es el chancro, puede haber casos en los que el paciente no refiera dicha lesión y nos consulte por otros síntomas. En este caso el paciente consultó por un exantema palmo-plantar, pero debemos tener en cuenta que la sífilis clásicamente ha sido conocida como la «gran simuladora», ya que puede manifestarse con clínica muy variada. Por tanto, debemos tenerlo en cuenta para realizar un correcto diagnóstico diferencial.