Introducir la ecografía mamaria en la práctica del médico de familia con una visión clínica y centrada en la patología benigna de la mama con el fin de reducir la espera y la angustia generada por estas patologías. 

A partir de la existencia de listas de espera excesivamente largas (> 3 meses) para la realización de pruebas de imagen en patología mamaria sin sospecha clínica de malignidad, nos plateamos la posibilidad de realizar las ecografías mamarias en nuestro centro.

Primera fase: Formación específica de un médico de familia ya acostumbrado al uso del ecógrafo, en patología i técnicas ecográficas de la mama (3 meses).

Segunda fase: Consenso con el conjunto de personal sanitario involucrado en la atención a la patología mamaria y protocolización de los motivos y circuitos de programación de la prueba. Se descartó la sospecha de patología maligna por contar ya con un circuito ágil y eficiente y se limitó a la sospecha clínica de benignidad y el seguimiento de patologías ya diagnosticadas (3 meses).

Tercera fase: experiencia piloto con agenda específica para estas ecografías con evaluación final (1 año).

Cuarta fase (actual): Integración de la ecografía mamaria en la agenda normal de ecografías con evaluación anual.

Se han realizado 163 ecografías mamarias en 4 años. (78% por diagnostico; 22 % por seguimiento). Espera máxima: 4 semanas. En el 10% de los casos se han precisado otras pruebas de imagen y en el 2.5 % se ha derivado la paciente a ginecología. Se han detectado 2 casos de malignidad y 3 falsos positivos. 

Esta experiencia ha permitido reducir esperas para el servicio de radiología y la angustia de pacientes y profesionales. Aunque poco presente en la primaria, la ecografía mamaria es perfectamente aplicable en nuestras consultas, con el mismo entrenamiento que para cualquier otra zona anatómica.