Los profesionales de la salud están expuestos a numerosos elementos estresantes como, por ejemplo, elevadas cargas de trabajo estrés, fatiga, agotamiento y estigma. Con el presente estudio nos propusimos: Medir el impacto de la pandemia de SARS-CoV-2 en la prevalencia de burnout entre los y las médicos de familia y comunitaria. Ofrecer algunos elementos que expliquen la emergencia y evolución del burnout entre este colectivo.

Para alcanzar los objetivos planteados, partimos del uso de métodos mixtos concurrentes y complementarios. Por un lado, reportamos las puntuaciones en el Maslach Burnout Inventori (MBI) de una cohorte de médicos de familia y comunitaria, antes de la pandemia (2019) y durante la misma (2020) (ProHEpIC-19 Cohort). Por otro lado, se presentan los resultados de un análisis secundario de datos cualitativos obtenidos de entrevistas fenomenológicas en las que una muestra de médicos confinados narra su experiencia durante la pandemia.

Los resultados apuntan a un incremento muy significativo de burnout entre los médicos de familia y comunitaria durante la pandemia (hasta cuadriplicar los niveles, ya elevados, en pre-pandemia). Atendiendo a los datos cualitativos, el incremento se podría explicar por la existencia y acentuación de algunos rasgos característicos de la cultura profesionales de este colectivo, como son: la falta de espacios para gestionar y expresar sus emociones, el sentimiento de culpa relacionado con la incapacidad de ofrecer una asistencia a la altura de sus propias expectativas, y el aumento en el distanciamiento entre el profesional y su propio trabajo.

Consecuentemente, se sugiere la necesidad de trabajar de forma participativa y longitudinal los factores organizativos que pueden actuar como predictores o protectores del burnout, más allá de la situación pandémica actual.    

IDIAPJGOl ref 20/067-PCV.