Identificar los motivos y las emociones con las que se vincula el consumo de tóxicos en el contexto de personas que padecen enfermedades mentales.

Promover la toma de decisiones, la participación y la autonomía de los participantes.

El consumo de tabaco se asocia con una mayor comorbilidad en pacientes con trastornos mentales. Las personas con enfermedad mental tienen un índice de tabaquismo especialmente alto, siendo la tasa de 2 a 4 veces mayor que la de la población general. En nuestra ciudad hemos querido conocer a un grupo de personas del grupo MOREA (asociación de familiares y enfermos mentales) para que nos cuenten los motivos y sentimientos que experimentan al fumar. Para ello realizaron previamente unos collages con el tema central del tabaco, los cuales sirvieron como vehículo conductor de un taller posterior, junto con encuestas para guiar el taller, donde constituimos grupos socioeducativos para desenvolver los objetivos. A través del modelo empowerment- potenciación, se busca potenciar el protagonismo de las personas para lograr conseguir su propio bienestar. Usamos técnicas de motivación/ refuerzo/ apoyo/capacitación para la participación en las actividades grupales, logrando de ese modo no solamente promover la vida saludable, sino también dar voz y voto a un colectivo tan silenciado, ayudando a promover su autonomía y empoderamiento en el cuidado de su propia salud.

Esta actividad nos permitió conocer otra visión del tabaquismo, descubrir a personas nuevas, sus circunstancias e inquietudes y realizar un abordaje comunitario que ayude a mejorar la vida de las personas desde un enfoque distinto a las campañas a las que estamos acostumbrados.

Experiencia que puede llevarse a cabo en cualquier ciudad con un formato asequible. Muy enriquecedor por el contacto con asociaciones y pacientes en un ámbito más relajado y que les permite conectar de otra manera con los distintos profesionales sanitarios.