Desarrollar un proyecto comunitario de colaboración sociosanitaria entre alumnos del Conservatorio Profesional de Música y un Centro Sanitario, desde la Atención Primaria y los activos en salud. Potenciar la prescripción de la música como actividad salutogénica no farmacológica que contribuya a generar bienestar psicofísico, aliviar sufrimiento de pacientes, acompañantes y del personal sanitario implicado.

Favorecer la apertura del Centro Sanitario a la comunidad e interrelacionar educandos con enfermos en situación de vulnerabilidad, ofreciendo una vivencia emocional de calidez humana.

La experiencia fue organizada por la Directora del Conservatorio, la Trabajadora Social y la Jefa de Zona básica y proyectada en la Unidad de Corta Estancia (UCE) con la colaboración de los médicos de familia y residentes que la llevan. Previo consentimiento de los padres, se celebraron en la UCE dos microconciertos de 30 minutos con actuación simultánea de 4 niños/as y cada pieza por niñas/os diferentes. En total intervinieron 14 niños/as entre 9 y 16 años con sus profesores. Se seleccionó música relajante y alegre con instrumentos de viento, cuerda y percusión. La actividad se anunció y consensuó con el personal para no interferir en a actividad asistencial.

Esta experiencia ha servido de ejemplo de intervención comunitaria potenciada desde la Atención Primaria para la prescripción no farmacológica de generadores de salud. Para los niños ha sido muy instructivo, suponiendo un estímulo de aprendizaje y de ser por unos momentos “músicos para la salud” que contribuyen a la humanización de la atención sanitaria. Constituye una actividad multidisciplinaria de interrelación sociosanitaria que tiende redes en nuestra comunidad y optimiza recursos como los activos en salud.