XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atencion primaria y especializada.
Caso multidisciplinar.
Mujer de 32 años que acude por dolor abdominal.
Enfoque individual
AP: sin interés. No fumadora, consumidora de alcohol ocasional.
Anamnesis: consulta por dolor abdominal de varios meses de evolución que no relaciona con nada. Hábito intestinal conservado, no perdida de peso ni otros síntomas de alarma. Formula menstrual normal.
Exploración: normocoloreada, normoperfundida, afebril. Auscultacion normal. Abdomen blando, depresible, sin masas ni megalias, sensible a la palpación en hipondrio izquierdo con Murphy negativo. No peritonismo. Solicitamos analítica con hemograma, función tiroidea, función hepática con hemograma normal, GGT 106, HDL 86, ferritina 8, hierro 28, resto normal.
Ampliamos el estudio con GGT 108, AFP normal, Ceruloplasmina 19.1, autoinmunidad negativo, serología hepatitis B, C y VIH negativas. Coagulación TP 11.9, INR 1.33.
Ecografía: hígado normal. Vía biliar intra y extrahepática no dilatada. Porta de calibre aumentado con flujo turbulento en cavernas extendido a territorio esplácnico. Páncreas normal. Bazo aumentado de tamaño con 21cm en diámetro bipolar. Resto normal.
Enfoque familiar
Mujer de 32 años casada con un hijo de 3 años. Trabaja en una gestoría. Buen apoyo familiar
Desarrollo
Cavernomatosis portal
Tratamiento
Se deriva preferente a consulta de aparato digestivo quienes completan el estudio con TAC abdominal y endocopia digestiva alta.
En TAC aparecen signos de trombosis portal con cavernomatosis portal y circulación colateral periférica con varices esofágicas. Esplenomegalia, pequeño infarto esplénico.
En EDA: desde tercio medio a distal aparecen tres varices esofágicas grado II/IV. Área de transición normal. Cardias incompetente. Estómago: mucosa de fundus, cuerpo, antro e incisura con patrón en panal y punteado petequial sugerente de gastropatía por hipertensión portal. Varices subcardiales y fúndicas. Píloro centrado y permeable. Duodeno normal
Evolución
La paciente comenzó tratamiento con betabloqueantes y se mantuvo estable en su patología. Sigue revisiones periódicas en consulta de aparato digestivo.
Las enfermedades vasculares hepáticas son poco frecuentes por lo que suponen un reto diagnóstico y terapéutico. La atención primaria constituye el primer escalón sanitario por lo que debemos estar actualizados y realizar una anamnesis completa y estudio complementario cuando el paciente lo precise, manteniendo la puerta abierta a la ampliación del estudio y la derivación a atención hospitalaria para realizar un completo diagnóstico, seguimiento y tratamiento de nuestro paciente.