XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Mixto
Caso multidisciplinar
Nódulo inguinal
Enfoque individual
Antecedentes personales: intolerancia a metformina. DM2. FA permanente.
Anamnesis
Mujer de 79 años con los antecedentes descritos que acude a Atención Primaria por tema administrativo, comentando casualmente presencia de nódulo inguinal. Exploración sin hallazgos, salvo masa abdominal profunda, no dolorosa a palpación. Se solicita ecografía abdominal, no realizada por motivos que se desconocen. Un mes después vuelve a consulta, sin cambios en exploración, solicitándose nueva ecografía.
Permanece asintomática otro mes, pendiente de realización de dicha prueba (tiempo en que no vuelve a consulta). Acude entonces a urgencias por dolor abdominal tras traumatismo, observándose abdomen globuloso y masa de mayor tamaño. Valorada por cirugía, inician estudio.
Exploración
Abdomen globuloso. Masa profunda en hipogastrio-mesogastrio izquierdos. Resto sin hallazgos.
Pruebas complementarias
TC abdominal: masa centroabdominal 17x7x18cm, conglomerados adenopáticos e implantes peritoneales.
Biopsia ganglionar: compatible con linfoma no Hodgkin (folicular, bajo grado).
Líquido ascítico: exudado inflamatorio crónico.
Marcadores analíticos: hemograma, coagulación y bioquímica sin alteraciones. CEA, alfa-fetoproteína y CA19.9 rango normal. CA125: 1331 (normal 0-35).
Enfoque familiar
Viuda, clase media-baja. Soporte familiar y comunitario adecuado, cuidada por sus hijas. Apoyan y colaboran durante todo el proceso.
Desarrollo
Juicio clínico
Linfoma folicular de bajo grado.
Diagnóstico diferencial inicial:
No neoplásicos (poliquistosis) y neoplasias variadas.
Identificación de problemas
Asintomática mucho tiempo, dificultando detección precoz.
Tratamiento
Cuidados paliativos, quimioterapia paliativa. Revisiones periódicas en consultorio y domicilio, soporte emocional.
Evolución
Tras comenzar estudio, el estado general de la paciente empeoró, precisando ingreso en UCI. Se recuperó y recibió alta hospitalaria, pero no se completó estadiaje dado su mal pronóstico, instaurando tratamiento paliativo y realizando seguimiento.
Falleció seis meses tras la primera consulta.
En este caso observamos cómo un hallazgo incidental asintomático puede progresar rápidamente con evolución fatal. Aquí obtenemos como conclusión la importancia del diagnóstico precoz y la necesidad de agilizar la realización de pruebas complementarias.
Sin embargo, no es la única enseñanza del caso. El papel del médico de familia aquí es crucial, actuando como primer filtro para detectar temprano hallazgos potencialmente malignos. Esta paciente comentó el primer signo de forma casual, secundaria al motivo por el que acudía, y esto nos recuerda la importancia de escuchar a nuestros pacientes, por poco relevante que pueda parecer el síntoma que nos cuenten.