Congreso de Residentes, JMF, Tutores y Unidades Docentes de la semFYC
21 y 22 de abril de 2023
Atención Primaria y hospitalaria.
Hombre de 24 años que acude a consulta por hematuria y proteinuria asintomática detectada en sedimento urinario.
Enfoque individual
Antecedentes personales o familiares: no refiere. Tratamiento habitual: nada. No hábitos tóxicos, no ingiere productos hiperproteicos.
El paciente acude por detección de hematuria y proteinuria en sedimento urinario detectado en analítica de empresa. Se solicita analítica y ecografía abdominal siendo todas las pruebas normales salvo proteinuria mayor de 3 gramos, albuminuria y hematuria. El paciente refiere en este momento en la consulta aparición de edemas en brazos y piernas. El paciente fue valorado por Urología, que descarta patología por su parte.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Dada la persistencia de proteinuria y hematuria, acompañado de la sintomatología referida, se solicita consulta con Nefrología, dada la sospecha de glomerulopatía.
Tratamiento y planes de actuación
En Nefrología, le realizan diversas pruebas (biopsia renal, analítica, inmunofijación en suero…). En los resultados destaca aumento de IgG y cadenas ligeras en orina aparte de mantenimiento de proteinuria y hematuria, en la biopsia renal se constatan hallazgos histológicos compatibles con gammapatía monoclonal de significado renal IgG kappa, sugestivo de glomerulonefritis proliferativa con depósito monoclonal de IgG.
Dado los hallazgos, Nefrología deriva al paciente a Hematología, que completa estudio con biopsia de médula ósea, con el resultado de hallazgos citológicos e inmunohistoquímicos concordantes con infiltración por leucemia linfática crónica-B. En frotis de sangre periférica destaca linfocitosis y en el inmunofenotipo de sangre periférica se detecta una población clonal de células B con perfil antigénico que se ajusta al diagnóstico emitido en la biopsia de médula ósea.
Evolución
Actualmente el paciente está en tratamiento quimioterápico por Hematología y en seguimiento por Nefrología.
Ante una hematuria y/o proteinuria asintomática, debemos realizar una buena historia clínica y exploración física para descartar signos o síntomas que nos puedan hacer pensar en una patología grave además de intentar averiguar la causa de estas alteraciones ya que, a pesar de que el paciente sea joven, hay enfermedades graves que también pueden aparecer en jóvenes, y debemos tenerlo en cuenta a la hora de valorar a nuestros pacientes.