XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria, Servicios Urgencias.
Caso multidisciplinar.
Cefalea.
Enfoque individual
Antecedentes personales: apendicectomia.
Anamnesis: Mujer de 28 años que acude a consulta de Atención Primaria por cefalea pulsátil en región frontoparietal izquierda de 2 días de evolución que se acompaña de prurito y febrícula, junto con episodios de dolor punzante que cede tras varios minutos. Mareos sin vómitos. Se pauta analgesia y se vigila evolución. La paciente vuelve a acudir a los dos días muy sintomática, presentando lesiones maculo-vesiculosas de reciente aparición en región malar izquierda, pudiendo identificarse lesiones satélites en región frontal junto a fotopsia y visión borrosa.
Exploración: Buen estado general y afebril. Exploración neurológica completa normal salvo ligera hiperestesia en región frontotemporal izquierda y alodinia de la zona. Resto de exploración por órganos y sistemas normal.
Enfoque familiar
Familia nuclear en etapa I del ciclo vital familiar (etapa de formación). Casada y sin hijos. Buena red de apoyo social y emocional.
Desarrollo
Herpes zoster oftálmico.
Diagnóstico diferencial: Cefalea de Horton, neuralgia del trigémino, migraña, herpes zoster.
Tratamiento
La paciente es diagnosticada de Herpes zoster (rama oftálmica del V par) y se remite a oftalmología de urgencia desde donde descartan patología ocular. Se inicia tratamiento con antivíricos.
Evolución
Tras inicio de tratamiento con antiviricos y analgesia, la paciente presenta una buena evolución con control del dolor y desaparición de lesiones cutáneas.
El virus herpes zoster causa dos patologías siendo éstas la varicela y herpes zoster en adultos. Su incidencia es de 4,8 casos por cada 1000 habitantes al año, siendo la neuralgia post-herpética su mayor complicación. Es más frecuente en pacientes longevos e inmunodeprimidos y está relacionada con la intensidad del dolor, siendo muchas veces refractaria a tratamiento provocando un deterioro sustancial de calidad de vida. Una alta sospecha clínica es crucial ya que a menor brevedad de inicio del tratamiento mejor respuesta y menos complicaciones presentará a éste. Ante dicho cuadro se debe reevaluar al paciente a los pocos días para aclarar su patología y evolución.