Atencion Primaria.

Mujer de 46 años con absceso en zona inguinal izquierda recurrente.

Enfoque individual

Antecedentes personales: Ex-fumadora. Endometriosis, Hipotiroidismo, Bronquitis crónica.

Anamnesis: Paciente refiere cuadro clínico de varios días de evolución de inflamación y dolor en zona inguinal izquierda, manifiesta que viene presentando este problema de hace varios años, pero que los episodios están siendo frecuentes últimamente. En esta ocasión también lo presenta en su zona genital que no ha mejorado con tratamiento tópico.

Exploración física: En genitales externos se observa edema e induración en labio mayor izquierdo y se observa edema y lesión ulcerada en zona inguinal. Se observan en zona de periné lesiones residuales probablemente secundarias al mismo proceso.

Pruebas complementarias: Hg: 12,5 resto de hemograma y bioquímica sin alteraciones significativas.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Hidradenitis supurativa.

Diagnóstico diferencial:

• Quiste de la glándula de bartolino.
• Forunculosis.

Tratamiento y planes de actuación

Se inicia manejo con Amoxicilina/Clavulánico por 10 días, antinflamatorios y se realiza teleconsulta con dermatología para valoración.

Evolución

La paciente presenta mejoría del cuadro a las 72 horas, no ha presentado signos de infección sistémica. Se recibe respuesta de teleconsulta por parte de dermatología la cual indica tratamiento con doxiciclina 100 mg al día por 3 meses, resorcinol al 15% aplicar por las noches. También será citada en consulta presencial.

La hidradenitis supurativa es una entidad relativamente frecuente en pacientes que acuden por abscesos de repetición o lesiones cutáneas a la que generalmente atribuimos una causa infecciosa. Entre otras razones la importancia de su diagnóstico es la estrecha relación que presenta en ocasiones con el síndrome metabólico que quizás desconocíamos en nuestro paciente.

Además, los pacientes con hidradenitis supurativa presentan una disminución notable de su calidad de vida por el estigma social y la dificultad para participar en actividades grupales y deportivas lo que conlleva al aislamiento de la persona y consecuente a ello problemas de salud mental como ansiedad o depresión.

Por eso es importante que estos pacientes los exploremos de forma integral, evaluando sus comorbilidades y también poder identificar posibles factores de riesgo cardiovascular.