XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria
Gestante con dolor en fosa renal derecha.
Enfoque individual
Gestante de 21 semanas sin antecedentes personales de interés que consulta por dolor en fosa renal derecha de 2 días de evolución, intermitente, más frecuente durante la noche y en decúbito supino, no irradiado, sin síndrome miccional, fiebre ni otra sintomatología asociada, que cede parcialmente adoptando el decúbito lateral izquierdo.
A la exploración presenta dolor a la palpación de hemiabdomen superior derecho, sin defensa, con puño-percusión renal negativa. Se realiza tira reactiva de orina resultando negativa. Se realiza ecografía abdominal, en la que se visualiza feto acorde a edad gestacional con actividad cardíaca positiva, llamando la atención la dilatación de la pelvis renal derecha de 7 mm, sin visualizar litiasis en estructuras renales, uréteres ni vejiga urinaria. Se descarta proceso apendicular agudo o colecistitis.
Enfoque Familiar
No procede
Desarrollo
Hidronefrosis fisiológica del embarazo grado II.
Tratamiento
Se pauta tratamiento con paracetamol, ingesta abundante de líquidos y descanso nocturno sobre el lado izquierdo.
Evolución
Se obtiene mejoría clínica significativa hasta el parto.
La hidronefrosis se inicia precozmente desde la sexta semana de gestación. El 90% de los embarazos presenta esta modificación en la semana 28. El mecanismo es el resultado de la combinación de la dextroposición del útero gestante y la relajación del músculo liso del esfínter ureterovesical y del uréter.
La etiología más frecuente la constituye la compresión del ureter por el útero seguida de la litiasis ureteral. Habitualmente aparece en la segunda mitad de la gestación y se trata de una ectasia leve o moderada, indolora, que no interfiere la funcionalidad renal y que predomina en el lado derecho y en primigrávidas.
El tratamiento está dirigido al control de los síntomas y se recomienda una hidratación adecuada, reposo, analgésicos y antibióticos cuando coexiste infección, así como medidas posturales (decúbito lateral sobre el lado opuesto al del riñón dilatado para disminuir la compresión ureteral).
Con el tratamiento conservador se controlan la mayor parte de las pacientes independientemente de la causa subyacente. En un 25% de las gestantes no existe una mejoría sintomática a pesar de las medidas conservadoras, precisando la realización de procedimientos invasivos (cateterización ureteral, nefrostomía percutánea o ureteroscopia).