XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria.
Sudoración excesiva en manos y axilas.
Enfoque individual
Estefanía, 22 años, sin antecedentes personales de interés, consulta porque presenta sudoración excesiva en manos y axilas, que en los últimos meses le resulta incómodo, incluso le condiciona en su vida y entorno social.
Ante la sospecha de una hiperhidrosis primaria, realizamos anamnesis por órganos y aparatos, que resulta normal, y solicitamos analítica de sangre que incluye hemograma completo y bioquímica con glucosa, función renal, hepática, perfil tiroideo y velocidad de sedimentación globular.
Le damos recomendaciones para evitar el exceso de sudoración, tales como el uso de antitranspirantes (productos que contienen cloruro de aluminio) y ropa no ajustada, y le aconsejamos que evite alimentos picantes, alcohol, y sobre todo que intente llevar una vida tranquila sin estrés.
Desarrollo
Hiperhidrosis primaria.
Tratamiento
Acude dos semanas después a recoger los resultados de las pruebas complementarias, que son estrictamente normales. Nos comenta que pese a las medidas higiénico-dietéticas adoptadas persisten los síntomas en igual intensidad.
Ante la persistencia de sudoración excesiva derivamos a Dermatología.
Evolución
Un mes después, nos aporta informe del dermatológo. Le han realizado iontoforesis. Refiere mejoría parcial, estando pendiente de nueva revisión en tres meses para valorar eficacia del tratamiento.
Existen dos tipos de hiperhidrosis, la primaria o idiopática (focal, simétrica y generalmente no encontramos una causa que la provoque) y la secundaria (generalizada y en la mayoría de los casos secundaria a determinadas enfermedades o fármacos). La hiperhidrosis primaria es la más frecuente, sobre todo en la raza blanca. Suele manifestarse en la adolescencia, siendo la prevalencia igual en ambos sexos. Las axilas y las manos son las regiones más afectadas. Habitualmente los pacientes consultan por el malestar que les provoca a nivel social, limitándoles las relaciones sociales y generándoles malestar emocional. Debemos descartar una hiperhidrosis secundaria con una anamnesis dirigida y una analítica con perfil renal, hepático y tiroideo. Respecto al tratamiento, las medidas higiénico-dietéticas suelen tener escasa eficacia. En la mayoría de los casos se opta por iontoforesis, inyección de toxina botulínica y tratamientos farmacológicos con anticolinérgicos y ansiolíticos. Cuando fallan los tratamientos médicos, la siguiente opción es la cirugía (simpatectomía torácica).