13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria y multidisciplinar.
Hombre de 57 años que acude por polifagia, poliuria y polidipsia, y disnea de esfuerzo desde hace 3 meses.
Enfoque individual
Antecedentes personales: fumador y consumo de alcohol habitual. Hipercolesterolemia sin tratamiento. Neumonía con hemorragia pulmonar anemizante en 2018. No acudía al centro desde hace más de 5 años.
Tras completar anamnesis y valoración inicial se solicita analítica y se cita para control de tensión y resultados en unos días. Cuando acude se registran cifras tensionales por encima de 200/120 de forma repetida. Además, en la analítica se objetiva insuficiencia renal (creatinina 2,9) y anemia normocítica (hemoblobina 10,7). Las cifras tensionales persistían elevadas pese a administrar amlodipino oral (evitamos IECAS por el daño renal objetivado en la analítica). La exploración era anodina y se realizó ECG en ritmo sinusal con datos de hipertrofia ventricular izquierda.
Dadas las cifras tensionales persistentemente mayores de 180/100 tras 2 horas de observación y tras objetivar daño de órgano diana se cataloga como emergencia hipertensiva y se deriva a urgencias. Allí, dada la imposibilidad de disminuir las cifras tensionales y con el objetivo de completar el estudio ingresa en planta de nefrología, con tratamiento endovenoso.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Emergencia hipertensiva. Probable HTA no tratada de larga data y daño de órgano diana: enfermedad renal crónica estadio 4, retinopatía hipertensiva grado 3 bilateral, anemia normocítica hipocrómica e hipertrofia ventricular izquierda severa concéntrica.
Tratamiento y planes de actuación
El paciente fue dado de alta con recomendaciones dietéticas y de abandono de consumo de tabaco, 3 fármacos antihipertensivos, eritropoyetina y seguimiento por cardiología, oftalmología, atención primaria y nefrología.
Evolución
Mejoría de la disnea y de la sintomatología que presentaba.
La hipertensión es una patología muy frecuente y principalmente manejada por los médicos de familia. La grave afectación a nivel orgánico que padece este paciente es el claro ejemplo de las consecuencias de la hipertensión no tratada. Refuerza así la importancia que tiene realizar un correcto cribado en atención primaria e implicar al paciente en su control. Además, remarca la importancia de diferenciar y detectar las urgencias y emergencias hipertensivas y de actuar en consecuencia.