XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Atención Primaria y Servicio de Urgencias
Caso Multidisciplinar
Hipoestesia facial izquierda progresiva y sensación de inestabilidad
Enfoque individual
Antecedentes personales: RAM a AINEs, metamizol y AAS.
Anamnesis: Paciente de 32 años que acude en dos ocasiones a Médico de Familia por presentar hipoestesia facial izquierda progresiva de 2 semanas de evolución, asociándose a hipoestesia de hemilengua ipsilateral, sensación de inestabilidad, y cefalea punzante e intermitente frontoparietal izquierda.
Exploración: Nistagmo no agotable con la mirada a la izquierda y arriba. Hiperalgesia e hipoestesia hemicara izquierda.
Pruebas complementarias: Analítica completa normal.
Enfoque Familiar
Buen apoyo familiar. Independiente para ABVD. Existencia de factores vitales estresantes.
Desarrollo
El Diagnóstico más probable es síndrome bulbar izquierdo subagudo, probable enfermedad desmielinizante.
Tratamiento
Se deriva a Urgencias hospitalarias, quienes comentan caso con Neurología, indicando ingreso, por sospecha de enfermedad desmielinizante tipo Esclerosis Múltiple.
Evolución
Durante su ingreso, se realiza RNM donde se visualizan lesiones entre bulbo y pedúnculo cerebeloso izquierdo, sustancia blanca periventricular de asta occipital VL derecho y en sustancia blanca subcortical frontal izquierda, con signos de actividad. TAC craneal, ECA, ANA, C3-C4, anticitoplasma neutrófilo, MPO PR3, serología, coagulante lúpico, estudio anemias, Eco doppler TSA, líquido cefalorraquídeo normales. Buena respuesta a corticoides intravenosos. Posterior revisión en Neurología y Atención Primaria estando asintomática. Pendiente de revisión con nuevo control RMN en abril 2015.
El diagnóstico de la esclerosis múltiple (EM) es clínico, ya que no existe una prueba patognomónica. Existen múltiples causas de déficit neurológico que pueden simular la clínica de una EM, sobre todo en fases precoces; de ahí deriva la importancia de realizar una correcta y exhaustiva exploración neurológica, para concluir en un diagnóstico sindrómico, topográfico y etiológico adecuados. Las pruebas complementarias a realizar, como es la resonancia nuclear magnética o punción lumbar, ayudan a confirmar dicha patología y descartar otras posibles causas. Para el médico de familia, no solo es importante conocer la clínica, sino también la evolución de la misma, para poder ofrecer las herramientas adecuadas para afrontar la enfermedad al paciente y a los familiares.