13-14-15 de noviembre de 2025
Atención Primaria.
Mujer de 63 años que consulta por caída en contexto de mareo, además su marido refiere ingesta de gran cantidad de coca-cola y cerveza, que la paciente niega.
Enfoque individual
Paciente con discapacidad cognitiva que convive con marido que presenta la misma condición e hija con Síndrome X frágil. Situación socioeconómica vulnerable. En seguimiento por servicios sociales.
Enfoque familiar y comunitario
Antecedentes personales: discapacidad cognitiva, Síndrome de Rendu-Osler, otoesclerosis bilateral portadora de audífonos, vértigo posicional, trastorno por uso de alcohol, esteatosis hepática.
Exploración física: tonos cardíacos rítmicos sin soplos, murmullo vesicular conservado sin ruidos sobreañadidos, abdomen blando y depresible, otoscopia normal, sin focalidad neurológica.
Analítica: hiponatremia 111 mEq/L con sodio en orina <10 mEq/L.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Hiponatremia severa con natriuria en contexto de potomanía e ingesta de alcohol.
Tratamiento y planes de actuación
Se derivó a la paciente al servicio de urgencias hospitalarias, donde ante hiponatremia hipoosmolar severa se ingresó a la paciente en el área de vigilancia intensiva y se inició tratamiento con suero salino isotónico, restricción hídrica y aporte de sodio con sellos de sal, con mejoría de la natremia hasta 130 mEq/L.
Evolución
La paciente acudió a consulta de atención primaria tras el alta. No realizaba restricción hídrica y refería consumo ocasional de cerveza. Se insiste en la importancia de seguir el tratamiento indicado en el hospital y eliminar el consumo de alcohol. No acude al control hospitalario post alta, por lo que se realiza seguimiento en el centro de salud, mejorando la adherencia al tratamiento y disminución del consumo de alcohol. Se realiza analítica sanguínea con sodio en rango. Actualmente, la paciente, se mantiene asintomática, con natremia en rango de normalidad.
La hiponatremia en el contexto de potomanía y consumo alcohólico representa un reto diagnóstico y terapéutico, especialmente en pacientes con discapacidad cognitiva y situación social vulnerable, que dificulta el cumplimiento terapéutico. Este caso evidencia la importancia del papel de atención primaria en el seguimiento y coordinación de estos pacientes, dada la necesidad de mantener un control estructurado que incluya soporte social y vigilancia de factores predisponentes para consolidar la mejoría clínica obtenida y el cambio de hábitos.