13-14-15 de noviembre de 2025
Enfoque individual
Paciente mujer de 91 años con deterioro cognitivo que la hija refiere inestabilidad postprandial acompañada de aturdimiento y cefalea leve, sin náuseas, vómitos ni diarrea. Asintomática tras desayuno y cena. Niega pérdida ponderal o deterioro funcional reciente.
Antecedentes personales: Accidente isquémico transitorio, infarto agudo de miocardio, angiodisplasia de colon, diverticulosis, estreñimiento crónico, colecistectomía.
Anamnesis dirigida: Episodios autolimitados de corte vasovagal tras comidas copiosas.
Exploración física: Normotensa en reposo. Exploración neurológica sin hallazgos patológicos.
Pruebas complementarias: Se realizó monitorización ambulatoria de presión arterial con registros cada 15 minutos durante las dos horas posteriores a la ingesta. Se constató descenso significativo de cifras tensionales (TA basal 120/60 mmHg; TA postprandial: 109/66, 97/56, 99/55 mmHg), compatible con hipotensión postprandial (HPP).
Enfoque familiar y comunitario
La hija se encargó de hacer el registro de tensiones, antes, durante y después de la ingesta que nos permitió llegar al diagnóstico.La paciente reside con apoyo familiar adecuado. No se detectaron factores de riesgo comunitario ni dependencia funcional previa.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Hipotensión postprandial. Se consideraron como diagnósticos alternativos la hipotensión ortostática, efectos secundarios farmacológicos y la hipoglucemia postprandial, siendo estos descartados por la evolución clínica y ausencia de hallazgos compatibles.
Problemas identificados: Riesgo aumentado de caídas, síncope y pérdida de autonomía.
Tratamiento y planes de actuación
Se implementaron medidas no farmacológicas como la ingesta de 500 ml de agua antes de las comidas, fraccionamiento alimentario, incremento del contenido salino, supresión de fármacos hipotensores no imprescindibles y enseñanza de maniobras compensatorias (Lemburg). No fue necesaria intervención farmacológica específica.
Evolución
Mejoría sintomática significativa con desaparición de los episodios. Se mantiene seguimiento clínico periódico en el ámbito de Atención Primaria.
La HPP constituye una entidad infradiagnosticada en pacientes geriátricos, con importantes repercusiones clínicas. La toma seriada de presión arterial tras la ingesta permite su identificación precoz. Las intervenciones no farmacológicas son eficaces y deben considerarse primera línea terapéutica en el abordaje desde Atención Primaria.