XLII Congreso de la semFYC - Sevilla
del 30 de junio al 2 de junio de 2022
Enfoque individual
Antecedentes personales: miopía y astigmatismo en seguimiento privado cada 6 meses; fondo de ojo 6 meses antes sin alteraciones patológicas. Última revisión pediátrica (en mismo centro) 3 años antes sin alteraciones.Enfoque familiar y comunitario
Familia nuclear biparental.Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Se orienta como hipertensión arterial (HTA). Conjuntamente con Nefrología, se descarta etiología secundaria (enfermedades renovasculares, cardíacas, endocrinas o secundarias a fármacos, drogas o productos alimentarios o a otras enfermedades sindrómicas como la neurofibromatosis). Se evalúa daño orgánico y finalmente se establece diagnóstico de HTA grado II con lesión órgano diana (retinopatía hipertensiva grado II-III) y proteinuria fisiológica.
Tratamiento y planes de actuación
Se inicia tratamiento con dosis crecientes de amlodipino para mantener TA en percentil <90 para edad, talla y sexo.
Evolución
La paciente mantiene hábitos de vida saludables y muestra buena adherencia al tratamiento farmacológico. Se realizó monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) al año de diagnóstico que objetivó buen control TA. La última revisión oftalmológica resultó normal.
La HTA en niños y adolescentes es una entidad infradiagnosticada, a pesar que su prevalencia está aumentado debido a factores ambientales (obesidad, sedentarismo). El diagnóstico de HTA en adolescentes resulta confuso debido a qué valores de referencia deben utilizarse y cuál es el umbral. En adolescentes, la etiología de la HTA es principalmente primaria, igual que en adultos. Resulta imprescindible realizar el PAPPS de forma oportunista y sistemática.