Atencion Primaria

Caso multidisciplinar

Ictericia y coluria

Enfoque individual

Antecedentes personales: No alergias medicamentosas conocidas. Hipertensión Arterial desde hace dos años en tratamiento con enalapril 5 mg, con buen control de la tensión arterial en la actualidad. Gestante de 5 semanas de evolución.

Enfermedad actual: Paciente de 31 años de edad. Acude a consulta por cuadro de ictericia y coluria de 24 horas de evolución. Refiere que el cuadro clínico comenzó tras la ingesta de Metildopa como tratamiento antihipertensivo, tras cambio de enalapril al comienzo de la gestación. No astenia. No dolor abdominal. Afebril. No vómitos. No otra sintomatología.

Exploración abdominal sin hallazgos relevantes. Tª 36.8ºC,  TA 145/85 mmHg.

Se remite a urgencias del hospital. La paciente ingresa en Medicina Interna, donde se objetivan niveles elevados de bilirrubina y de transaminasas: 

Bilirrubina total 2.25 mg/dl, GOT 638 UI/l, GPT 1605 UI/l, FA 154 UI/l, GGT 154 UI/l, resto normal.

Ecografía abdominal sin alteraciones relevantes.

Durante su estancia en planta la paciente permanece asintomática, con cifras de tensión arterial normales y mejoría progresiva de las enzimas hepáticas.

Enfoque familiar y comunitario

Antecedentes familiares sin interés.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

La paciente es diagnosticada de hepatitis aguda probablemente medicamentosa por metildopa.

Tratamiento y planes de actuación

Se recomienda reposo relativo, dieta baja en sal y tratamiento farmacológcio con Labetalol 100 mg cada 24 horas.

Evolución

La paciente evoluciona favorablemente, encontrándose asintomática.

Presenta buenos controles de tensión arterial con el tratamiento pautado.

Se realizan varios controles analíticos en el centro de salud, objetivándose normalización de los niveles de transaminasas.

El control de la tensión arterial es importante en todos nuestros pacientes, pero más aún en una paciente hipertensa que comienza una gestación. El uso de metildopa durante la gestación suele ser un tratamiento seguro pero no hay que olvidar reacciones adversas que aunque poco frecuentes son potencialmente letales como la hepatotoxicidad. En estos casos, tras el inicio del tratamiento con metildopa, además de realizar un correcto control de la tensión arterial, no debemos olvidar realizar controles analíticos para monitorizar la función hepática.