Enfoque individual
AP: NAMC. No HTA, no DM ni DLP. Fumador 1paq/día. Ex-ADVP. Enolismo intermitente. VIH Estadio C3 con viremia residual persistente en tratamiento antirretroviral.
Anamnesis: paciente varón de 65 años acude traído por familia al presentar cefalea súbita con náuseas mientras comía. En Urgencias se registra TA de 191/111mmHg y debuta con vómitos sin esfuerzo y malestar general.
EF: AC rítmico, sin soplos. AP MVC sin ruidos patológicos. NRL: no alteración evidenciable.
En consulta comienza a lateralizarse hacia el lado derecho y con discurso disártrico, apareciendo posteriormente rigidez de tronco con lateralización hacia la derecha junto hemiplejía izquierda y desviación oculocefálica hacia la derecha con hemianopsia homónima izquierda sin cruzar línea media, además de paresia facial izquierda.
TC craneal: Hematoma intraparenquimatoso centrado en los ganglios basales derechos, de probable naturaleza hipertensiva, abierto a los ventrículos (laterales, tercero y cuarto).
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Crisis hipertensiva con aparición de focalidad neurológica en la consulta, obligando a descartar afectación neurológica central, considerando dentro del diagnóstico diferencial ictus isquémico, hematoma subdural, hemorragia intraparenquimatosa o hemorragia subaracnoidea.
Tratamiento y planes de actuación
Activar Código Ictus Intrahospitalario y avisar a neurólogo de guardia del hospital para comenzar con el protocolo. Se extrajeron muestras de sangre para su análisis ulterior y tratamiento para los síntomas, en este caso antieméticos y fármacos hipotensores por la crisis hipertensiva, además de solicitar TC craneal simple.
Evolución
Se activó el Código Ictus Intrahospitalario y fue valorado por el neurólogo de guardia, realizando TC craneal simple según establece el protocolo de imagen, que ante el hallazgo se detuvo el código. El paciente persistía con náuseas y vómitos de repetición, pautándole inicialmente metoclopramida y posteriormente ondansetrón, además de urapidilo para la urgencia hipertensiva. Una vez comunicado con neurocirujano de guardia se derivó al paciente para su valoración.
La clínica del paciente es dinámica, no estática, de ahí la importancia de realizar la exploración ante un cambio clínico, como en el presente caso, donde la lateralización obligó a reevaluar al paciente hallando la focalidad neurológica que orientó la etiología y la consecuente actuación, aumentando su supervivencia al actuar de forma precoz.