XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Atención Primaria.
Mujer de 78 años que acude a una visita de seguimiento por tensión arterial alta.
Enfoque individual
Paciente con antecedentes personales de osteoporosis en tratamiento con ácido alendrónico, enfermedad por reflujo gastroesofágico en tratamiento con omeprazol, depresión diagnosticada hace más de veinte años en tratamiento con lorazepam 2 mg al día y fluoxetina 20 mg que no se ha podido retirar.
La paciente se diagnóstica de hipertensión y se inicia tratamiento con hidroclorotiazida. Dos días después consulta por cuadro de desorientación. Se activa código ICTUS por alteración del lenguaje y debilidad en extremidades inferiores. Las pruebas de neuroimagen no muestran alteración, no obstante, se administra tratamiento fibrinolítico. Analíticamente destaca hiponatremia hipoosmolar (sodio de 114 mEq/L) con osmolaridad urinaria inapropiadamente elevada. La paciente ingresa en la unidad de cuidados intensivos donde se corrigen diselectrolitemias resolviéndose la clínica neurológica.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Síndrome de secreción inadecuada de ADH (SIADH) debido al uso de ISRS potenciado por hidroclorotiazida.
Tratamiento y planes de actuación
Durante el ingreso se retiran la fluoxetina e hidroclorotiazida, persistiendo hiponatremia leve.
Evolución
La paciente requirió reiniciar tratamiento antihipertensivo, se optó por valsartán. En cuanto al estado del ánimo la paciente empeoró ostensiblemente, teniendo mucha ansiedad e insomnio desde el alta. Se decidió iniciar mirtazapina 15mg, ya que es de los medicamentos antidepresivos con menos riesgo de SIADH.
Los inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS) son un grupo de medicamentos ampliamente utilizados para tratar síndromes depresivos. En los últimos años, su uso ha aumentado, a pesar de su perfil de seguridad y buena tolerancia estos fármacos pueden tener efectos adversos graves siendo el SIADH uno de ellos, con más incidencia en mujeres mayores de 75 años. Los pacientes de edad avanzada son más proclives a sufrir efectos adversos graves por interacciones medicamentosas que incluyen la muerte. Sería adecuado plantearse monitorizar los niveles de sodio a las semanas de empezar un tratamiento con ISRS en este grupo de edad. En el caso de nuestra paciente, no hemos podido retirar la medicación antidepresiva y se realiza un seguimiento estrecho del caso en consulta, vigilando fármacos que se prescriben y restricción hídrica a un litro de agua al día.