Enfoque individual

Varón de 27 años alérgico al polen y a los ácaros, no alergias medicamentosas ni alimentarias, con antecedentes de asma extrínseco en la infancia sin otros antecedentes de interés. No toma tratamiento habitual ni consume tóxicos.

Acude por episodio de impactación alimentaria acompañado de dolor torácico y pirosis de varias horas de duración. No disnea, sialorrea, palpitaciones o cortejo vegetativo. Tras decirle al paciente que beba agua y tosa, se resuelve el cuadro clínico.

A la exploración el paciente tiene buen estado general, consciente y orientado, eupneico en reposo, con auscultación cardiopulmonar y exploración orofaríngea normal, saturando a 98%.

Refiere clínica de tiempo de evolución de reflujo gastroesofágico que no ha mejorado tras la toma de inhibidores de la bomba de protones, y cuatro episodios de disfagia previos con impactación de bolo alimentario en los últimos dos años. Solicitamos una endoscopia digestiva alta con toma de biopsias cuyo resultado es un aumento de eosinófilos y erosiones longitudinales compatibles con esofagitis eosinofílica.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Debido a la clínica del paciente y al resultado de la endoscopia diagnosticamos al paciente de esofagitis eosinofílica descartando enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Tratamiento y planes de actuación

Iniciamos tratamiento con Budesonida inhalada durante 6 semanas y derivamos a consultas externas de medicina digestiva.

Evolución

Tras dos meses con budesonida inhalada diaria, el paciente no ha vuelto a tener nuevos episodios de impactación alimentaria ni pirosis.