XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Conocer la percepción de los profesionales sobre su experiencia personal en un programa de intervención para pacientes con Insuficiencia Cardiaca (IC) frente a práctica clínica habitual, el efecto obtenido en pacientes, y vivencia de personas cuidadoras. También evaluar factibilidad y efectividad del mismo.
Ensayo cuasi-experimental: 12 centros de salud (CS), 4 Hospitales. Pacientes: 284 pacientes(155 intervención,129 controles). Ingresados por IC. Intervención multidisciplinar.
Metodología Cualitativa: grupo focal de profesionales del equipo de intervención, realizado tras finalizar captación y antes de conocer resultados. Transcripción y análisis basado en contenido temático. Tres fases diferenciadas: identificación de unidades, clasificación y agrupamiento (programa MAXQDA); triangulada mediante equipo multidisciplinar. Se identifican factores que facilitaron/dificultaron la implementación (CFIR: Consolidated Framework for Implementation Research).
Ambos grupos de pacientes homogéneos inicialmente en edad, sexo, comorbilidades (Charlson), autocuidado (EHFScB), Calidad de vida (MLHFQ).
Razón de tasas: abandonos(0.83;p:n.s.),mortalidad(0.64;p=0.068),ingresos(0.75;p<0.05), estancias(0.5;p<0.005). Puntuaciones favorables a intervención (p<0.05) en EHFScB y MLHFQ a 6y12 meses.
Los profesionales refieren que recuperaron una visión integral del paciente. Reconocen un grado de formación y experiencia previa desigual entre ellos que generaba inquietud. Se evidencian problemas sociales muy serios que pueden comprometer la adherencia al tratamiento. Capacitación más efectiva del binomio paciente/cuidador. Cercanía y mayor accesibilidad aportan seguridad.
Valoran positivamente la relación directa primaria-especializada (“trabajar en equipo funciona mejor”). Aspectos negativos: deficiencias en coordinación, relación con otros profesionales del CS, y el sobreesfuerzo necesario para realizar las tareas del programa.
Algunos de profesionales han incorporado varios aspectos del programa en su trabajo diario pero manifiestan frustración por la falta de continuidad.
Un programa como el propuesto reduce eventos, mejora autocuidado y calidad de vida. Esto supone una experiencia gratificante para los profesionales implicados, aunque parece necesario personalizar su formación y preparación.
Las diferencias encontradas evidencian la necesidad de intensificar esfuerzos para mejorar la aceptación y colaboración de los profesionales. Imprescindible adecuar la intervención a cada centro.