XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Herida en 5º dedo de mano izquierda tras pinchazo con erizo de mar.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Apendiceptomía. No tratamiento crónico. No hábitos tóxicos.
Anamnesis: Paciente de 41 años que acude por presencia de lesión en 5º dedo de mano izquierda tras pinchazo con erizo de mar, de dos semanas de evolución.
Exploración: Afebril. Lesión papulo-nodular, granulomatosa con componenete inflamatorio, eritema, tumefacción y ulceración central con discrera supuración. Nódulos subcutáneos no inflamatorios en trayecto lineal en antebrazo ipsilateral. No se palpan trayectos fistulosos.
Pruebas complementarias: Analitica: Hb: 13, Leucocitos. 5.470, PMN: 44%, PCR: 5.8, resto dentro de parámetros analíticos normales. Biopsia punch para estudio histológico y microbiológico: Denso infiltrado linfohistiocitario en dermis superficial y profunda con ocasional granuloma necrotizante con necrosis central y detritus celulares. Tinción de Ziel-Neelsen positiva: bacilos ácido-alcohol resistentes compatibles con micobacterium marinum.
Enfoque familiar
Familia nuclear en expansión, buena relación con iguales.
Desarrollo
Juicio clínico: Granuloma por micobacterium marinum.
Diagnóstico diferencial: Esporotricosis, micosis, nocardiosis, sífilis terciaria, tuberculosis verrugosa, tularemia, enfermedad por arañazo de gato, leishmaniasis, celulitis, osteítis, etc.
Tratamiento
-Doxicilina 100mg/12h durante 3 meses.
-Rifampicina 300mg 2 comp/24h durante 2 meses.
-Repavar crema reparadora.
Evolución
Lenta aunque favorable con tratamiento antibiótico.
Se presenta el caso de una infección por micobacterias no tuberculosas en Atención Primaria, poco habitual:
El Mycobacterium marinum prolifera en depósitos de agua que no son renovados con frecuencia. Se encuentra en el suelo, agua dulce y salada de lagos, piscinas y acuarios. Se ha descrito también en amas de casa con heridas producidas por espinas de pescado congelado. Pescadores y cirujanos son grupos de riesgo. Este microorganismo sólo es patógeno en piel erosionada; por tanto, las localizaciones más frecuentes son los sitios expuestos a traumatismos. Las infecciones aparecen como resultado de trauma previo, procedimiento quirúrgico, inyección de corticoides, inoculación externa de heridas en contacto con agua contaminada de piscinas y acuarios, o sin inoculación aparente. La infección no se transmite de persona a persona y puede diseminarse en pacientes inmunocompetentes o en inmunodeprimidos.
Es fundamental llevar a cabo un diagnóstico precoz que prevenga futuras complicaciones, tanto locales como sistémicas, lo que requiere un alto grado de sospecha y una detallada historia clínica. Desafortunadamente es habitual el retraso diagnóstico.