XXXV Congreso de la semFYC - Gijón
del 11 al 13 de junio 2015
Conocer la prevalencia de polifarmacia, definida como prescripción de 5 o más fármacos de forma crónica, en pacientes institucionalizados y su relación con factores sociodemográficos, clínicos, funcionales y cognitivos.
Estudio descriptivo transversal de sujetos institucionalizados. Criterios de inclusión: ancianos institucionalizados adscritos a nuestro centro. Criterios de exclusión: Negativa a participar del paciente y/o tutor legal.
Variables: Sociodemográficas (edad, sexo, días institucionalizados, apoyo familiar y situación económica), clínica (enfermedades definitorias o no de paciente pluripatológico, índice Charlson y Profund), farmacológica (número fármacos, principio activo), funcional (Barthel, Lawton Brody) y cognitiva (Pfeiffer).
Análisis estadístico: Univariante y bivariante según naturaleza de las variables.
Sigue “Principios éticos para las investigaciones médicas en seres humanos”. Cumpliendo normas de Buena Práctica Clínica.
Se incluyeron 53 pacientes, 84,9% mujeres, edad mediana 83,7 años [RIC (rango intercuartil)=10], y tiempo de ingreso 2,8 años de mediana [5,16]. El 92,5% contaba con apoyo familiar y el 66% recibía pensión contributiva. El número de patología presentes tiene un valor para la mediana de 4 [2] siendo la más frecuente la demencia en 73,6%, seguida de la enfermedad tromboembólica (30,2%) y osteoporosis (30,2%). Los fármacos prescritos como crónicos tenían una mediana de 4 [4], los más frecuentes benzodiacepinas (69,8%), IECA (47,2%) y diuréticos (45,3%). El valor del índice Charlson fue para la mediana de 1 [1], índice Profund= 0 [0], Barthel= 15 [53], Lawton-Brody= 0 [4] y Pfeiffer =7,5 [8]. En análisis bivariado con presencia de polifarmacia, tienen significación estadística el número de patologías y la condición de pluripatología, el valor del índice Charlon y Profund, presencia de diabetes o dislipemia, prescripción de hipolipemiantes, antidiabéticos orales, insulina o IBP.
La polifarmacia aumenta el riesgo de reacciones adversas a medicamentos e interacciones farmacológicas, ocasionando 15-22% de ingresos hospitalarios. Todo ello justificaría la valoración de la adecuación del tratamiento en pacientes institucionalizados mediante escalas STOPP/START o MAI.