XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención primaria.
Caso multidisciplinar.
Distintas patologías médicas y problemática social, que precisan que el paciente sea visitado frecuentemente en su domicilio, por su médico y enfermera de atención primaria.
Enfoque individual
Antecedentes personales: Paraplejia postraumática. DM-2. ACVA CMI (2010). Amputación de extremidades inferiores por osteomielitis crónica supurada (2011). Crisis comiciales postisquémicas. ACVA occipital y ceguera secundaria (2013). Ulceras de decúbito. Incontinencia urinaria.
Anamnesis: Varón, 67 años. Dolor y supuración de ulceraciones en región sacra.
Exploración: Consciente. Encamado. Desorientado en tiempo. Ulceras de presión en zona sacra. Roncus a la auscultación pulmonar. Falta de higiene corporal.
Pruebas complementarias: No se precisan actualmente.
Enfoque familiar
El paciente convive con dos hermanos. El mayor, de 52 años, padece esquizofrenia, en situación laboral de paro, sin derecho a prestación. El menor, tiene 48 años, un problema importante de alcoholismo, y misma situación laboral. Los tres convivientes se benefician de la pensión de nuestro paciente, que aunque es suficiente para cubrir las necesidades del mismo, no se administra adecuadamente.
Desarrollo
Durante las visitas domiciliarias se detecta una situación de abandono, marginación, y relaciones de agresividad verbal entre los hermanos. El paciente permanece en cama, inmóvil, con actitud apática y sumisa. Ocasionalmente ha sido prestado el servicio de ayuda a domicilio, que los hermanos han rechazado.
Tratamiento
Ante la situación observada, creemos que el paciente debe recibir atenciones y cuidados que no tiene, y decidimos iniciar los trámites necesarios para su internamiento en un centro residencial.
Evolución
Los profesionales sanitarios que hemos atendido al paciente, pensamos que si no es internado, el desenlace puede ser fatal, debido tanto al abandono afectivo que sufre, como a la falta de higiene y cuidados.
En el momento descrito, pensamos que el paciente no tiene capacidad para tomar decisiones. Por tanto, decidimos iniciar un proceso de incapacitación, para su ingreso forzoso en un centro residencial. A través de una comparecencia, pusimos el caso en conocimiento del Ministerio Fiscal, quien resolvió a favor del internamiento.
Este tipo de situaciones, quizás más sociales que médicas, forman parte a menudo de nuestro quehacer diario como médicos de familia,y conllevan una difícil y meditada toma de decisiones por nuestra parte.