XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención Primaria
Acuden dos hermanos para informar del fallecimiento de su padre.
Enfoque individual
Varón de 35 años y mujer de 32, hermanos, que acuden para informar del fallecimiento de su padre, también paciente del cupo. Ha sido una muerte inesperada, pese a ser un enfermo pluripatológico, se encontraba estable. Su hijo mayor lo encuentra muerto en la cama cuando va a visitarlo. Acudía frecuentemente a la consulta para revisiones. Ambos hijos se encuentran tristes, con tendencia al llanto y sentimientos propios del duelo agudo.
Enfoque familiar y comunitario
El fallecido enviudó hace 5 años, su esposa había falleció a causa de un cáncer de útero. Además, un año antes, la hija mayor había fallecido de un cáncer de páncreas metastásico. El padre tenía un negocio que generaba muchas pérdidas, de las que no tenían conocimiento hasta ahora. El hijo trabaja en una funeraria y está divorciado. La hija trabaja de auxiliar en una residencia de ancianos, actualmente viven los dos en el domicilio familiar.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Juicio clínico: proceso de duelo.
Identificación de problemas: existencia de riesgo de aparición de problemas derivados del duelo, por los hechos recientes.
Tratamiento y planes de actuación
Se realizó un abordaje familiar con los dos hermanos, para prestarle apoyo y psicoterapia durante el proceso de duelo, tanto de manera conjunta como individual. Intentando evitar la aparición de un duelo complicado.
Evolución
Durante varios meses, de forma periódica, se fueron siguiendo los avances vitales de los dos. En primer lugar, intentamos fortalecer la relación entre ambos para crear una red de apoyo. También, fomentamos actividades lúdicas y sociales que pudieran enriquecerles, ella se apuntó a bailes de salón y él volvió a quedar con sus compañeros de rutas ciclistas.
Este abordaje del caso fue posible por conocer perfectamente el contexto, ya que todos los miembros de la familia eran pacientes nuestros. De esta manera, se evitó la aparición de un duelo patológico o de un trastorno desadaptativo, tampoco fue necesaria la toma de medicación. La posibilidad de realizar esta intervención sólo es posible para la Medicina de Familia y Comunitaria, pequeñas grandes ventajas de nuestra especialidad, que ojalá se pudieran aprovechar más.