XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar
Astenia, febrícula e ictericia.
Enfoque individual
Antecedentes Personales: Sin interes.
Varón de 39 años que acude a urgencias por astenia y febricula de 5 dias de evolución, e ictericia y coluria desde ayer. Niega uso de medicamentos, relaciones sexuales de riesgo, consumo de aguas no tratadas ni viajes en periodo previo.
Exploración: Buen estado general. Ictericia conjuntival, piel y mucosas. No flapping. Abdomen sin megalias ni peritonismo.
Analitica: Plaquetas 108.000, GOT 1567 U/L, GPT 4035 U/L, GGT 168, BT 18.9, TP 33%,
Serología: ANTI/VHA IgG e IgM positivos
Enfoque Familiar
Varón de 39 años, casado, con tres hijos, de 13, 6 y 2 años. Trabaja en la construcción. Su mujer, de 37 años, como dependienta. Todos los hijos escolarizados, la menor en una escuela infantil.
Desarrollo
Juicio clínico: Infección por VHA.
Tratamiento
Ingreso en planta de Aparato digestivo.
Se buscó por parte de medicina Preventiva el foco de la infección sin éxito.
En seguimiento en Atención Primaria se sospecha infección asintomática de alguno de los hijos, con ANTI/VHA IgG e IgM positivos en la menor de 2 años. Se contacta con Medicina Preventiva, que incia protocolo de vacunación familiar y en centro infantil, incluyendo a la madre, los dos hermanos, 3 cuidadoras y 19 compañeros menores de 3 años, excepto una menor a un año, a quién se administra gammaglobulina anti VHA. Los padres de un compañero de guarderia no autorizaron a la vacunación de su hijo.
Evolución
El paciente principal ha mejorado paulatinamente hacia la curación.
La hija de 2 años no desarrolló síntomas a lo largo del proceso.
Ningún otro niño mostró sintomas de hepatitis.
La hepatitis A es una infección causada por el VHA. Su distribución es mundial y la endemicidad se relaciona inversamente al nivel de desarrollo de la regíón, siendo baja en España. Su transmisión es feco-oral, mediante las heces y en situaciones de baja higiene, lo que genera el típico brote en guarderías. Su baja prevalencia e incidencia, el importante número de casos asintomáticos, y la baja morbimortalidad hacen que no se incluya de forma sistemática en el calendario vacunal.