Urgencias hospitalarias.

Mareo y nauseas.

Enfoque individual

Mujer de 57 años, con antecedentes de hepatitis C y VIH y trastorno distímico, que es llevada al servicio de urgencias hospitalario por haber presentado sensación de mareo, junto con nauseas y un vómito aislado tras estar expuesta a gas butano. A su llegada la paciente está consciente y refiere que los síntomas han remitido casi por completo.  La paciente y su familia indican que están atravesando problemas económicos y que por ello la paciente ha pensado en acabar con todo.

En la exploración física no se aprecian alteraciones significativas. Se realiza gasometría arterial sin alteraciones y con niveles normales de carboxihemoglobina y saturación de oxígeno del 97%. El electrocardiograma muestra ritmo sinusal, sin alteraciones en la repolarización.

Enfoque familiar y comunitario

Este caso precisa un abordaje multidisciplinar e integral, debido no solo a la intoxicación en sí, sino a la causa de la misma. Se debe fomentar el apoyo familiar, tanto en el momento de la urgencia, como posteriormente, para ayudar a una correcta evolución.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Intoxicación por butano.

Tratamiento y planes de actuación

Debido a que se encuentra asintomática y sin alteraciones en las pruebas realizadas, no se estima preciso instaurar tratamiento, salvo permanecer en observación unas horas.

Evolución

La paciente es evaluada también por Psiquiatría de guardia, quienes ajustan la medicación de base y aconsejan retomar seguimiento en la Unidad de Salud Mental.

Tras permanecer totalmente asintomática y de acuerdo con la paciente se decide alta a domicilio.

El butano no es un gas tóxico como tal, sino que ejerce su acción por deprivación del oxígeno ambiental. La mayoría de intoxicaciones son consecuencia de su uso como droga recreativa, intentos autolíticos o accidente laboral en un recinto con mala ventilación. Lo normal es que tras respirar aire ambiental o administrar oxígeno, la saturación se normalice y no se precisen más tratamientos en caso de intoxicaciones leves (en casos graves puede persistir acidosis metabólica). El butano puede producir arritmias cardiacas e incluso isquemia, por lo que es importante una correcta anamnesis y descubrir el gas inhalado de forma precoz.