XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Evaluar las resistencias a los antibióticos más utilizados en infección urinaria en nuestro centro de salud, junto con la clínica, uso de tira de orina, microorganismos causales más frecuentes y prevalencia por sexos y rangos de edad, tipo de tratamiento empírico más usado.
Estudio observacional retrospectivo de los urocultivos positivos con antibiograma realizados entre enero y octubre de 2016 en un centro de salud urbano que presta asistencia a unos 45.000 habitantes. Se analizan variables sociodemográficas, clínicas, tratamientos antibióticos prescritos, resultados microbiológicos de los urocultivos y valoración de resistencias del antibiograma.
Se incluyeron 321 antibiogramas positivos. Edad media: 67,52 años. (DS:22,8). Rangos de edad: 1-17(4,4%), 18-40(10%), 41-64(21,5%), mayores de 65(64,2%). Mujeres: 81,9%.
Los síntomas/signos registrados fueros: disuria (58,6%), poliuria (20,3%), poliaquiuria (36,2%), síndrome confusional (10,8%); puño percusión lumbar (7,9%).
Resultados de la tira reactiva de orina: leucocitos (77,9%), nitritos (33,3%) y hemoglobina (42,3%)
Se prescribió tratamiento antibiótico empírico en 51,7% de los pacientes: quinolona (34,8%), fosfomicina (33,3%), betalactamico (13,6%), cefalosporina (12,1%), nitrofurantoina (2,2%), cotrimoxazol (3,7%). Resistencia al tratamiento empirico prescrito: 21%.
Microorganismo en urocultivo: E Coli (59,5%,) E.Fecalis (9,3%), P. Mirabilis (3,7%), P.Aeruginosa (2,2%), S.Saprophiticus (0,6%) y otros 24,6% (de ellos, el más frecuente es K. pneumonie).
Resistencias a antibióticos en antibiograma: betalactamico (56, 4%), quinolona (40,8%), fosfomicina (31,5%), cefalosporina (26,5%), fosfomicina (31,5%), cotrimoxazol (22,4%), nitrofurantoina (11,8%).
Los datos analizados, coinciden con la literatura médica existente, identificando que las infecciones urinarias con urocultivos positivos son más frecuentes en mujeres, de edad avanzada, identificando la E. Coli como la bacteria más frecuente, y prescribiendo predominantemente quinolonas y fosfomicina. En la mayoría de los casos, el antibiótico prescrito era sensible al microorganismo causante de la infección.
La revisión de antibiogramas positivos de nuestro centro, es útil para decidir que antibioterapia empírica es más adecuada en nuestro medio, evidenciando un predominio de resistencias a beta-lactámicos, seguidos por quinolonas y fosfomicina.