XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Servicio de Urgencias.
Caso multidisciplinar.
Accidente en carrera ciclista.
Enfoque individual
Antecedentes personales: No RAMC. No FRCV. Sin antecedentes médico-quirúrgicos de interés.
Anamnesis: Varón de 17 años, que acude a SUH por traumatismo accidental tras caída de una bicicleta durante una carrera ciclista. Se salió del trazado golpeándose con un bolardo sin poder precisar velocidad a la que iba ni lugar del golpe al perder la consciencia y presentar amnesia postraumática.
Exploración física: TA: 100/50. Glasgow 15/15, neurológico normal. En abdomen, hematoma en región costal derecho de 10*15 cm de diámetro. Resto de exploración normal.
Pruebas complementarias: Analítica: Leucos 13.470, CK 389, AST 233, ALT 294; TC cráneo normal; TC abdómino-pélvico: área hipodensa mal definida y morfología estrellada a nivel de segmento IV adyacente a bifurcación de rama portal izquierda. Líquido libre intraabdominal.
Enfoque familiar
Vive con sus padres, es deportista y saludable.
Desarrollo
El paciente, a su llegada a triage, no impresiona de gravedad y lo que, en principio, parecía relacionarse con TCE sin criterios de gravedad, resultó ser un politraumatismo con laceración hepática.
Diagnóstico diferencial: neumoperitoneo, laceración esplénica o renal y traumatismo pancreático.
Identificación del problema: Siendo el hígado el 2º órgano más afectado en el traumatismo abdominal con una prevalencia entre el 10 y 25%, es la lesión que con más frecuencia conduce a la muerte. Normalmente, la mayor parte de las lesiones se sitúan en el segmento posterior del lóbulo derecho, al ser más voluminoso y al encontrarse en contacto con la columna vertebral y las costillas. El lóbulo izquierdo suele lesionarse por traumatismo directo, y se asocia a otras lesiones en páncreas y duodeno.
Tratamiento
Ingreso hospitalario a cargo de cirugía general y observación. Posteriormente, reposo relativo evitando sobreesfuerzos en 1 mes, analgesia y anticoagulantes 3 semanas.
Evolución
Estable y afebril durante el ingreso con pruebas complementarias de control tendiendo a la normalización.
No se debe subestimar la clínica del paciente en el triage. Aun tratándose de pacientes estables hemodinámicamente, nunca debemos olvidar los factores desencadenantes de posibles complicaciones que suponen una emergencia médica.