XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atención Primaria
Disnea
Enfoque individual
Paciente de 82 años. HTA DLP, insuficiencia cardiaca terminal, EPOC moderado y demencia incipiente de probable origen vascular. Vive en domicilio con el hijo, parcialmente dependiente para ABVD. Presenta aumento de su disnea basal de II-III/IV a III-IV/IV desde hace una semana, a partir de una infección de vías altas. Aumento de edemas en EEII, no disnea paroxística nocturna ni ortopnea. No tos, aumento de expectoración ni fiebre. Exploración: TA 145/96 SatO2: 96% AC: rítmica sin soplos; AP: crepitantes bibasales. Edemas en EEII con fóvea positiva.
Enfoque familiar
Ante su empeoramiento clínico, con diagnóstico de insuficiencia cardiaca reagudizada, durante la anamnesis el paciente expresa su esperanza por un posible futuro trasplante cardiaco, a lo que el hijo responde con una mueca de resignación. Al pasar el paciente detrás del biombo para la exploración, el hijo, me confiesa no haberle contado que el trasplante no es posible y que no sabe cómo transmitírselo.
Desarrollo
ID: Reagudización de IC. Se objetiva una barrera comunicacional entre padre e hijo y un desconocimiento del paciente sobre el pronóstico de su enfermedad.
Tratamiento
Aumento Furosemida de 1 a 3 comprimidos día. Volvemos a citar para reevaluar situación clínica y comentar expectativas del tratamiento.
Evolución
Se comenta el caso con tutor y compañeros para un mejor enfoque de la situación. En la siguiente visita se objetiva mejoría clínica. Se comentan con el paciente sus ideas, creencias y expectativas respecto a su patología actual, evolución y posibles tratamientos. Se empatiza con sus preocupaciones y miedos legitimándolos. Teniendo en cuenta todo ello se le informa de las posibilidades terapéuticas reales disponibles. La consulta se realiza junto con el hijo para fomentar una visión compartida y facilitar la comunicación entre ellos.
Falsas expectativas sobre su patología aumentan la dificultad en su aceptación, generando frustración y malestar, tanto en el paciente como en los cuidadores. Por ello el papel del médico de familia, puede ser fundamental para lograr una visión compartida de la situación actual, evolución y tratamiento del proceso, tratando de evitar conflictos engaños y sufrimiento, así como, una actitud paternalista.