XXXVII Congreso de la semFYC – Madrid
del 4 al 6 de mayo 2017
Atención Primaria (AP).
Varón de 62 años que acude a consulta para conocer los resultados de la última analítica realizada.
Enfoque individual
- Antecedentes personales: Dislipemia a tratamiento con atorvastatina 10 mg.
- Anamnesis: Paciente asintomático que en abril de 2016 inicia tratamiento con atorvastatina 10 mg tras no conseguir buen control lipídico con dieta. En mayo de 2016 se constata mejoría en las cifras de colesterol, sin presentar alteración de pruebas de función hepática, por lo que se decide mantener tratamiento. En octubre del mismo año se realiza nueva analítica en la que destaca una franca elevación de CPK. Investigamos sobre posible consumo de otros fármacos, tóxicos o la práctica de ejercicio físico intenso que el paciente niega.
- Pruebas complementarias:
Analítica 10/2016: colesterol 225 mg/dL, LDL 159 mg/dL. Pruebas de función hepática normales. CPK 1397 UI/L (21.0-200.0). Función renal normal. Hemograma normal.
Analítica 11/2016: colesterol 255 mg/dL. Pruebas de función hepática normales. CPK 1023 UI/L. Función tiroidea normal.
Analítica 01/2017: colesterol 202 mg/dL. CPK 102 UI/L.
Enfoque familiar
Antecedentes familiares de dislipemia.
Desarrollo
- Juicio clínico: Miopatía secundaria a electroestimulación muscular.
- Diagnóstico diferencial:
Miopatías inducidas por tóxicos o fármacos (Estatinas).
Miopatía secundaria a práctica de ejercicio intenso.
Otras: inflamatorias, infecciosas, metabólicas...
Tratamiento
En primer lugar suspendemos la atorvastatina, persistiendo en control analítico posterior la elevación de CPK. Volvemos a insistir en otras posibles causas, refiriendo entonces el paciente que estaba realizando ejercicios de electroestimulación muscular.
Evolución
Tras suspender la electroestimulación muscular se normalizó la CPK, que persistió inalterada pese a la reintroducción de la atorvastatina.
La miopatía por estatinas es un efecto secundario conocido e infrecuente propio de todos los fármacos de este grupo. En el caso que nos atañe, quizás la inercia clínica nos llevó a pensar en ella como primera hipótesis, sin indagar de forma exhaustiva en otras posibles causas.
No debemos olvidar que nuevas prácticas deportivas como la electroestimulación muscular o las clases de spinning pueden no ser consideradas como “ejercicio intenso” por los pacientes, pero sí justifican elevaciones de CPK, incluso se han descrito casos de rabdomiolisis, por lo que tal vez deberíamos realizar la anamnesis de forma más precisa.