Ordenar y agilizar la atención de la demanda aguda en un centro de Atención Primaria mediante un circuito específico que implica a los diferentes profesionales del centro.

Anteriormente, los pacientes que solicitaban visita espontanea, eran derivados sin cribaje previo a las consultas de enfermería, sin tener en cuenta su cupo de referencia ni la programación de la agenda. Las enfermeras, a su vez, forzaban la visita de los pacientes no resueltos a las agendas de los médicos. Esto generaba malestar a los profesionales por la dificultad en la gestión del tiempo y la aleatoriedad de la agenda y  a los usuarios, por la demora en la atención. En febrero de 2019 se implantó un proyecto de mejora de la demanda aguda. Esto implicó una reorganización de las agendas y un trabajo en equipo con reuniones semanales durante los tres primeros meses. Los administrativos, primer eslavón en el circuito asistencial, realizan el primer cribaje a través de la programación por motivos. Las enfermeras atienden al paciente utilizando los protocolos de la demanda aguda. Solamente un 30% de los pacientes que requieren atención sanitaria espontànea són derivados al médico de urgencias.

El éxito radica en la implicación de los tres estamentos trabajando sobre un objetivo común. Con la integración de los administrativos en el proceso asistencial, se consigue dirigir la demanda al profesional más adecuado y disminuir el tiempo de espera. El modelo ha favorecido un aumento de la resolución por parte de enfermeria que a la vez, ha desaturado las consultas médicas a favor de la proactividad y accesibilidad de las mismas. El 100% de los profesionales quieren seguir con este modelo.

Este modelo es reproducible en la mayoria de centros de salud con un mínimo de tres unidades básicas asistenciales.