• Incorporar la ecografía como método exploratorio en la asistencia diaria.

• Disminuir las listas de espera.

• Fomentar la autonomía en esta técnica de todos los profesionales interesados del centro.

 En nuestro centro de Atención Primaria, urbano, docente y de tamaño pequeño (10 UBA’s de adultos), tenemos dos médicos que realizan ecografía clínica. Teníamos, por un lado, el interés de los residentes así como de otros compañeros médicos en el uso de esta exploración para ayudar al diagnóstico de algunos problemas concretos de la práctica diaria y por otro, la sobrecarga de las agendas específicas.

Para dar una salida a esta situación, decidimos crear una agenda de 13 a 14h (entre el final de la consulta de la mañana y la hora de la sesión) en la que todos los profesionales del centro que tengan ciertos conocimientos previos (esencialmente médicos residentes de cuarto año, pero también otros compañeros adjuntos) pueden programar aquellos pacientes para los que tengan dudas concretas que la ecografía puede ayudar a resolver: litiasis biliares en pacientes con sospecha clínica de cólicos hepáticos, trombosis venosa profunda en pacientes con signos de flebitis, ectasias y hidronefrosis en pacientes con clínica de cólicos renales persistentes, esplenomegalias dudosas a la palpación... El profesional hace la ecografía y los referentes pasan a dar su opinión.

La ecografía es y cada vez será más, un apoyo a la exploración física y su realización en la consulta de Atención Primaria puede condicionar el plan de actuación y evitar derivaciones o priorizarlas. La difusión entre todo el equipo aumenta nuestra capacidad de resolución y autonomía. También la satisfacción del paciente y la del profesional.

Creemos que es exportable a cualquier centro que disponga de ecógrafo y de profesionales motivados.