XXXVIII Congreso de la semFYC – Barcelona
del 10 al 12 de mayo de 2018
Atneción primaria, Urgencias
Dificultad para deambulación
Enfoque individual
AP: Ex fumador. HTA.DM.DL.HU. IAM con stent CD. Claudicación intermitente (by pass fémoro poplíteo MID). Ca recto inferior (Qx+RT+QT). ITUs de repetición.
Anamnesis: varón de 79 años que acude a consulta por debilidad progresiva de MMII. Dada su edad y AP (caludicación intermitente) y tras descartar ITU mediante Multistix, se decide cambiar adiro por clopidogrel y revisión. Acude por empeoramiento, con dificultad para la deambulación con caidas frecuentes sin relajación de esfínteres, por lo que solicitamos consulta preferente en Neurología. El paciente reacude por progresión de la clínica y asocia parálisis facial periférica, por lo que ante los síntomas y la demora de la consulta preferente, se deriva a Urgencias.
EF: Parálisis facial periférica. Fuerza y reflejos normal en MMS. Paraparesia en MMII: psoas 2/5, cuádriceps 3/5, distal flexión dorsal y plantar de tobillo a 2-3/5 con ROT abolidos.
PC: analítica normal, PCR2,3. TAC craneal: atrofia córtico-subcortical. Punción lumbar: hiperproteinorraquia; Neurología: EEG: velocidades de conducción disminuidas. Asocia clínica encefalopática e HTA; RM craneal: PRES (síndrome encefalopatía posterior reversible) asociado a Guillain Barrè.
Enfoque familiar
Buen apoyo; medio urbano.
Desarrollo
ID: Síndorme Guillain Barrè, PRES.
Diagnósticos diferenciales: Hidrocefalia normotensiva, Claudicación intermitente, Parkinson, Patología infecciosa (ITU), hematoma subdural tras TCE por caidas.
Tratamiento
Mejoría tras tratamiento con Inmunoglobulinas y Rehabilitación.
Al alta, importante apoyo por parte del equipo de atención primaria al paciente y familia para fisioterapia en domicilio para una mejor evolución clínica.
Evolución
Al mes, empeoramiento motor de MMII (paraplejia) y MMSS (ataxia sensitiva); nuevo ingreso en Neurología: punción lumbar: marcada disociación albúmino citológica. Mala respuesta a inmunoglobulinas. Inicio de tratamiento con corticoides ante la sospecha de CIDP (polineuropatía desmielini¡zante inflamatoria crónica). Mejoría de parálisis facial y MMSS pero menor a nivel de MMII (hace pie). Al mes, sepsis urinaria, con retroceso clínico.
Los trastornos de la marcha son un motivo de consulta frecuente, suponiendo un detrimento para la calidad de vida del paciente. Tras este caso, destaca la importancia de no presuponer como origen de dicho trastorno el envejecimiento y deterioro músculoesquelético que éste conlleva. Observamos en un sólo paciente, cómo la pluripatología y lo evidente, pueden no ser siempre la causa.