Enfoque individual

Miguel se siente abrumado por el diagnóstico, no entiende el impacto de su enfermedad y tiene muchas preguntas. Además, ha comenzado a experimentar ansiedad debido a la incertidumbre sobre su futuro. Su hija, Sonia, lo acompaña a la consulta, no sabe cómo manejar la situación y teme por la salud de su padre.

Enfoque familiar y comunitario

Viudo, una única hija, Sonia de 30 años.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Durante la consulta, nos encontramos con varios desafíos:

1. Explicación técnica: debemos explicar el tratamiento de diálisis y la necesidad de tomar decisiones sobre opciones a seguir, de manera que Miguel y su hija comprendan completamente las implicaciones.
2. Manejo de emociones: Miguel está preocupado y siente que su vida cambiará drásticamente. Su hija está angustiada porque no sabe cómo manejar el rol de cuidador.
3. Involucrar a la familia en la toma de decisiones: la comunicación abierta y clara sobre las expectativas, las opciones y las posibles complicaciones son clave para que tomen decisiones informadas y apoyen el proceso de tratamiento.
4. Fomentar la toma de decisiones compartida: debemos facilitar un espacio donde tanto paciente como hija puedan expresar sus dudas, temores y deseos, sin que se sientan presionados, y tomar en cuenta sus perspectivas para elegir el mejor enfoque terapéutico.

Tratamiento y planes de actuación

Tras poner en práctica las herramientas de comunicación arriba descritas, se resuelven las dudas de Miguel, se involucra a su hija Sonia en el cuidado; se deja espacio para que Miguel exprese sus miedos y emociones; y se explica detenidamente el procedimiento de la diálisis.

Evolución

Tanto paciente como hija quedan satisfechos tras la consulta.

Conclusiones (y aplicabilidad para la Medicina de Familia o para los profesionales de la salud)

Este caso subraya cómo una comunicación efectiva y empática entre médico, paciente y la familia puede mejorar no solo el entendimiento de la enfermedad y el tratamiento, sino también la adaptación emocional del paciente y su entorno, y el manejo de la enfermedad de manera más integral y humana.