Atención Primaria y domiciliaria.

Caso multidisciplinar.

Sospecha maltrato contra la mujer.

Enfoque individual

Paciente de 85 años con alergia penicilina y derivados, presenta como antecedentes personales artrosis, vértigo periférico y en el último año ha sido diagnosticada de enfermedad de Alzheimer, pasando en los últimos meses a ser completamente dependiente para las actividades básicas de la vida diaria.

Tras una visita programada del equipo de enfermería, nos informan de que la paciente presenta lesiones en cara y cuello compatibles con pequeñas contusiones y alguna laceración.

Visitamos a la paciente, que nos confirma las sospechas, las lesiones han sido provocadas por su marido que en ocasiones “pierde la paciencia conmigo”.

Enfoque familiar y comunitario

La paciente vive con su marido de 86 años, su cuidador. Tienen tres hijos en común, aunque ya son independientes y están fuera del domicilio familiar. Éstos pasan por casa para ayudar en los cuidados realizados por su padre cuando su trabajo se lo permite.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Maltrato contra la mujer.

D/D: traumatismo craneoencefálico, agresión, caída accidental.

Tratamiento y planes de actuación

Las heridas de la paciente no necesitaron curas locales ni otro tipo de prubas complementarias. Se da parte a la fiscalía correspondiente, se inician trámites para valroación del riesgo de la paciente, y nos reunimos con trabajador social y demás personal del centro de salud, para ofrecer a la paciente la mejor de las soluciones posibles.

Evolución

Finalmente, se decidió ingreso de la paciente en residencia, donde se recuperó adecuadamente de sus lesiones físicas bajo el cuidado de los profesionales que allí trabajan.

En este caso tratamos un tema desgraciadamente en auge en la sociedad actual, el maltrato contra la mujer. Se trata de un problema social en el que el médico de familia tiene una posición privilegiada para ejercer una debida intervención. A lo largo del desempeño de nuestra rutina diaria tenemos la posibilidad de abordar esta problemática desde muchos niveles, intentanto sobretodo apoyar y escuchar a las pacientes que lo sufran y además fomentar su autoestima.

Otro objetivo sería fomentar las relaciones del equipo multidisciplinar y favorecer la comunicación entre todos sus miembros, aprovechando las facilidades que se nos están brindadno desde los diferentes organismos jurídicos.

¡Juntos lograremos un mundo mejor!