Atención Primaria.

Paciente hombre de 33 años, acude a su centro de salud por la aparición de lesiones muy pruriginosas, sobre todo de predominio nocturno, localizadas en región genital y axilas de dos meses de evolución. No fiebre. No refiere relaciones sexuales de riesgo.No viajes recientes. No contacto con animales.

Enfoque individual

A la exploración física se objetivan lesiones nodulares eritematosas de 1 cm de diámetro, localizadas únicamente en escroto. Resto de tegumento respetado. No lesiones mucosas. No secreción uretral. No adenopatías inguinales patológicas.
Se completa la exploración mediante dermatoscopia con luz polarizada en AP donde se observan ácaros Sarcoptes scabiei con signo del ala delta y surcos acarinos.

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Escabiosis.
Prurigo nodular, la dermatitis atópica, la dermatitis de contacto, el eccema numular y las picaduras de artrópodos.

Tratamiento y planes de actuación

Permetrina tópica desde el cuello hacia abajo del cuerpo por todas las regiones. Repetición si síntomas a los 7 días.

Evolución

Mejoría clínica tras segunda aplicación.

La escabiosis o sarna es una infección parasitaria frecuente, que puede afectar a personas de cualquier edad y estado socioeconómico. La prevalencia mundial se estima en 100 millones de personas, con una amplia variación en la prevalencia entre regiones geográficas. Esta causada por la variedad hominis del ácaro Sarcoptes scabiei. Se trata de una ectoparasitosis relativamente frecuente que se contagia por contacto directo de piel con piel y, a veces, a través de fómites. En algunos casos se ha descrito el contagio por animales. Las lesiones consisten típicamente en una erupción máculo-papular con eritema y excoriaciones por rascado. En concreto entre los dedos de las manos, se encuentran los denominados «surcos acarinos» que son las lesiones características de esa enfermedad. La escabiosis nodular es una manifestación infrecuente de la sarna que se presenta como nódulos pruriginosos eritematosos que suelen localizarse en el área genital, glúteos y axilas y que pueden persistir semanas o meses después de un correcto tratamiento.

La anamnesis detallada (prurito en contactos cercanos) y el examen físico (distribución y morfología de las lesiones) es útil para diferenciar la sarna de estos diagnósticos. El examen dermatoscópico es fundamental en el diagnóstico para identificar determinadas características que sugieran la enfermedad.