XXIII Jornadas de Residentes y V de Tutores de la semFYC
22 y 23 de noviembre de 2019
Paciente de 16 años que acude con su padre a consulta de atención primaria (AP).
Presentaba fiebre de 38ºC de 48 horas evolución, astenia, odinofagia, cefalea parietal con cambios posturales, eritema en manos con adormecimientos y pérdida de fuerza generalizada.
En las primeras 24 horas, tuvo un episodio de vómitos y malestar general, indicándosele AINES y vigilancia domiciliaria. Sin antecedentes de importancia familiares o personales.
Al explorarla llama la atención afectación del estado general, exantema generalizado que incluye palmas; faringe congestiva, lengua saburral, moco en faringe; cardiopulmonar normal; neurológico no rigidez de nuca, fuerza en miembros superiores III/IV. Ante impresión clínica de gravedad es remitida a urgencias con sospecha clínica de sepsis.
En urgencias se evidencia: PCR 27mg/dl, acidosis metabólica y lactato 3,7. Hemograma sin leucocitosis. Uroanalisis: leucocitos y hematíes +++, nitritos negativos. Resto de analítica normal. Punción lumbar, eco abdominal y Radiografía de tórax: normales. Se administraron antibióticos (ATB) de amplio espectro (Ceftriaxona, Vancomicina y Metronidazol). Persiste febril, asociándose inyección conjuntival no purulenta, descamación periungueal en manos al 4to día de ingreso. La PCR fue disminuyendo progresivamente, cultivos sangre, orina, LCR negativos. Parvovirus IgM e IgG positiva (infección reciente), resto de serologias vírales y bacterianas negativas
Se mantuvo febril 5 días durante el ingreso y aunado a los signos clínicos que fue desarrollando (exantema generalizado, faringe congestiva y lengua saburral, conjuntivitis no purulenta, descamación periungueal, adenopatías cervicales <1cm e inguinales >1cm por eco de partes blandas) completaban criterios para el diagnóstico de enfermedad de Kawasaki.
Fue tratada con Gammaglobulinas IV y ASA a dosis antiinflamatorias.
Se realizaron 2 ecocardiogramas sin evidencia de aneurismas coronarios. Actualmente en seguimiento.
La enfermedad de kawasaki es una enfermedad de origen desconocido. Su diagnóstico es primordialmente clínico y consta de criterios clínicos específicos. El curso clínico es autolimitado y su gravedad radica en las complicaciones cardiovasculares a posteriori (20-25%), principalmente aneurismas coronarios. La sospecha temprana y tratamiento precoz mejoran el pronóstico.
En AP la fiebre es un síntoma frecuente en consulta. Nuestro conocimiento y capacidad de diferenciar clínicamente patologías banales de aquellas con repercusiones para la vida, es un reto diario.