XXXIX Congreso de la semFYC - Málaga
del 9 al 11 de mayo de 2019
Atención primaria.
Caso multidisciplinar
Mujer de 53 años que consulta por dispepsia.
Enfoque individual
No alergias. Tratamiento con paroxetina y lorazepam por síndrome ansioso-depresivo. Colecistectomizada, amigdalectomizada, hemorroidectomía. G3 P3 A0 C0.
Refiere dispepsia y distensión abdominal de varios meses de evolución, y se le pauta procinéico sin mejoría. La paciente vuelve a consultar y comenta que persisten los síntomas pero que ha dejado el procinético por episodios de melenas y descarga vagal con mareo y náuseas tras la toma del fármaco. Además comenta epigastralgia, astenia y mal estar general. No astena ni pérdida de peso.
Exploración física: abdomen sin hallazgos significativos.
Analítica: anemia de perfil ferropénico.
Gastroscopia (antro con úlcera de 3 cm, excavada y con fibrina. Helicobacter Pylori).
TAC total body, engrosamiento nodular del antro gástrico, sin signos de extensión.
PET-TAC: Sin evidencia de enfermedad metastática.
Enfoque familiar y comunitario
Padre: Cancer de próstata a los 66 años
Tio paterno: hepatocarcinoma
Prima paterna: Cancer de mama.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Helicobacter Pylory.
Adenocarcinoma de patrón mixto, con algunas células en anillo de sello. T2 N2 M0
Tratamiento y planes de actuación
Omeprazol 40mg cada 12 horas para control de los síntomas. Se debe tener un diagnóstico o al menos dirigido el estudio, ya que enmascara los síntomas y puede retrasar su diagnóstico.
Tratar el Helicobacter. Pylera (subcitrato de bismuto potasio, metronidazol y clorhidrato de tetraciclina)
Quimioterapia neoadyuvante esquema FLOT. Gastrectomía subtotal + billroth II. Quimioterapia post cirugía.
Evolución
La paciente a día de hoy ha terminado el último ciclo de quimioterapia con éxito. Revisiones con TAC cada 2 meses el durante próximo año.
El tumor de estómago es uno de los 6 más frecuentes en España en 2018. La extensión linfática regional es el factor pronóstico más relevante en este caso y por tanto el tiempo (entendiéndose un diagnóstico precoz) debe jugar a nuestro favor.
La sospecha y el inicio del estudio de esta enfermedad neoplásica suele comenzar desde atención primaria. No podemos permitir que, la inmensidad del diagnóstico diferencial del dolor abdominal y la dispepsia, nos haga sospechar tarde un tumor del tracto digestivo. El motivo de este caso es hacer hincapié en la importancia de solicitar gastroscopia y ecografía a todo dolor abdominal o dispepsia de nueva aparición en pacientes mayores de 50 años.