Evaluar la situación de los pacientes inmovilizados en nuestra Zona Básica de Salud. Conocer aspectos asistenciales, clínicos y sociodemográficos del paciente inmovilizado. Detectar debilidades y hacer propuestas de mejora asistencial en la atención al paciente inmovilizado.

Desde nuestra experiencia como residentes nos percatamos de que, debido al aumento de la esperanza de vida y al envejecimiento progresivo de la población, la necesidad de la atención domiciliaria cada vez es más relevante. Es por ello que realizamos una auditoría de historias clínicas de los pacientes de nuestro Centro con episodio CIAP-2 “Inmovilizado, factor de riesgo” abierto. En siete sesiones planificamos la recogida de datos y analizamos la información obtenida, detectando la magnitud de los problemas y determinando necesidades de mejora. Posteriormente, realizamos una sesión clínica mostrando los resultados más relevantes. Consiguiendo la implicación de profesionales sanitarios en el desarrollo de futuros proyectos.   

No apertura del episodio en pacientes que cumplen criterio de inclusión. La mayoría de los episodios se han abierto en los últimos dos años. La valoración del paciente inmovilizado no se está realizando cada 6 meses debido a la sobrecarga asistencial, la falta de guías, protocolos actualizados y la situación de pandemia. Infra registro en la identificación del cuidador principal, siendo la mayoría mujeres y del núcleo familiar.  Más del 90% no tienen ninguna dosis de vacuna antineumocócica. Sin embargo, más de un 65% han sido vacunados de la gripe en la última campaña. La experiencia ha dinamizado la participación de los profesionales en el desarrollo de futuros proyectos.

Desarrollo de intervenciones grupales con los cuidadores principales. Elaboración de un algoritmo para la práctica clínica diaria. Actualización de protocolos. Aplicable al ámbito rural debido a la dispersión geográfica.