Comunicaciones: Casos clínicos

La lámpara de Wood aumenta la capacidad de resolución en Medicina de Familia (sin defensa)

ÁMBITO DEL CASO

Atención Primaria.

MOTIVO DE CONSULTA

Manchas marrones en la espalda.

HISTORIA CLÍNICA

Enfoque individual

Varón de 62 años que acude a la consulta en época estival por la aparición desde hace unas semanas de manchas marrones en la espalda que le preocupan porque le producen cierto picor y además han ido aumentando con el paso de los días.

Antecedentes personales: sin interés.

Exploración física: se trata de unas máculas marronosas redondeadas y ovaladas de unos 2-3 cm de diámetro con leve descamación en la región del tronco, en la espalda y hombros, que se hacen más evidentes al rascar suavemente las lesiones, lo que se denomina «signo de la uñada» de Besnier.

La observación con la lámpara de Wood pone de manifiesto una fluorescencia amarillenta de las lesiones marrones.

Enfoque familiar

El paciente mostró su preocupación por si las lesiones eran contagiosas. Se le explicó que no lo eran y que únicamente para minimizar las recurrencias debía evitar ropas ajustadas, el calor y la sudoración excesiva.

Diagnóstico diferencial

El juicio clínico es de pitiriasis versicolor. La lámpara de Wood permite el diagnóstico diferencial con otras patologías cutáneas que o bien no presentan fluorescencia (dermatitis seborreica, pitiriasis rosada, lúes o psoriasis) o tienen fluorescencia de otras características (tiña, infecciones bacterianas, etc.).

Tratamiento

Se planteó tratamiento con ketoconazol al 2% en gel, una aplicación diaria durante cuatro semanas.

Evolución

Las lesiones desaparecieron completamente con el tratamiento prescrito.

CONCLUSIONES

La lámpara de Wood es una tecnología diagnóstica habitual en las consultas de dermatólogos que permite diferenciar fácilmente diversas lesiones cutáneas. A pesar de que el coste de esta tecnología es muy bajo (las lámparas de Wood para uso médico tienen un precio inferior a 50 euros), no está presente en la mayoría de los centros de salud. Su adquisición en Atención Primaria y el entrenamiento en su utilización redundarían en una mayor resolución del médico de familia en la atención a los problemas de la piel de la población que atiende.

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