Atención Primaria y Hospitalaria.

Enfoque individual

Mujer, 52 años. Sin alergias medicamentosas conocidas ni antecedentes médico-quirúrgicos.

Marzo-2014: Acude a su médica de familia por lumbalgia desde hacía 1 semana que empeoraba con los movimientos. Presentaba espinopresión positiva a nivel de L1-L2, dolor a la presión en musculatura paravertebral. Resto sin alteraciones.

Pautamos tratamiento analgésico. Se solicita radiografía de columna lumbar siendo normal.

A la semana acude de nuevo negando mejoría. Se refuerza tratamiento analgésico.

A los 15 días regresa a la consulta y comenta leve mejoría del dolor lumbar pero, asociaba dolor a punta de dedo en reborde costal izquierdo sin palparse escalón óseo ni crepitación, auscultación pulmonar normal. Se solicita radiografía de tórax siendo normal.

20 días más tarde acude de nuevo por persistencia de la clínica anterior, asociando epigastralgia, tipo cólico, exploración física anodina. Niega otra sintomatología.

Dado que había acudido de manera reiterada a nuestra consulta así como a urgencias del centro de salud y del hospital por dolores difusos en las últimas semanas con diagnósticos de lumbalgia, dorsalgia, dolor abdominal inespecífico, sin mejoría con tratamiento y con radiografías normales, solicitamos ecografía abdominal y reforzamos nuevamente tratamiento.

Mayo-2014: Ecografía: imagen nodular sólida en cuerpo-cola pancreático. Se amplía con TC: masa retroperitoneal (primera posibilidad: neoplasia primaria de páncreas con infiltración vascular).

Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas

Diagnóstico diferencial:

-       Úlcera péptica.

-       Enfermedad por reflujo gastro-esofágico.

-       Pancreatitis crónica.

-       Gastritis aguda/crónica.

-       Dolor osteomusucular inespecífico.

-       Neoplasias gástricas/pancreáticas.

-       Metástasis óseas.

Juicio clínico: Neoplasia primaria de páncreas con infiltración vascular.

Tratamiento y planes de actuación

Ingresa en Medicina Interna para estudio. Tras ser valorada por Cirugía, concluyen que se trataba de neoplasia irresecable por afectación vascular. En tratamiento quimio-radioterápico hasta Octubre-2015.

Evolución

En Abril-2016 fallece por progresión tumoral.

Gracias a la longitudinalidad, somos capaces de conocer a nuestros pacientes. Por ello, que la paciente acudiera en reiteradas ocasiones con dolores inespecíficos, nos hizo ponernos en alerta y solicitar la ecografía abdominal a pesar de que a priori por la sintomatología que presentaba, no estaría indicada solicitarla.

¿Podríamos haber actuado de otra manera? ¿Podríamos haber hecho más por la paciente? Y en caso afirmativo, ¿habría cambiado el pronóstico?