XLIV Congreso de la semFYC - Barcelona
14-16 de noviembre de 2024
Urgencias Hospitalarias.
Hombre de 96 años que consulta por dolor hipogástrico y hematuria.
Enfoque individual
Antecedentes de fibrilación auricular, hipoacusia severa, hiperuricemia, hiperplasia prostática con sondaje vesical permanente desde hace un año. Deterioro cognitivo severo con dependencia total para ABVD. Vida en cama. Tratamiento habitual: acenocumarol, tamsulosina/dutasterida y colchicina.
Acude por hematuria macroscópica de una semana de evolución. Al asearle, molestias en hipogastrio. Hábito estreñido con heces normales. Episodio de vómito sin tolerancia oral desde entonces. Afebril.
En la exploración, abdomen con dolor a la palpación de hipogastrio y bolsa de sondaje de color púrpura, resto normal.
En analítica sanguínea, función renal conservada, destacándose bilirrubina 2,6, GPT 398, PCR 73,9, PCT 22.5 y leucocitos 29340. En orina, pH 9, leucocitos positivos, proteínas 75, Hb 25 y resto normal. Radiografías de tórax y abdomen y TAC abdomino-pélvico sin hallazgos, excepto pequeño fecaloma.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Paciente pluripatológico con dolor hipogástrico, hematuria y bolsa de sondaje purpúrica, que, junto a la exploración física y pruebas complementarias, el caso orienta a infección de tracto urinario.
Tratamiento y planes de actuación
Se decide ingreso y tratamiento con Ceftriaxona a espera de urocultivo.
Evolución
Posteriormente, se observa Enterococcus faecalis y se cambia a ampicilina con buena respuesta, desapareciendo la sintomatología y, también, el color purpúrico de la bolsa de sondaje.
El síndrome de la bolsa de orina púrpura es una entidad poco frecuente y benigna, donde la bolsa de sondaje se tiñe púrpura, azul o roja, indicando presencia de bacteriuria. Se debe a la reacción química entre las bacterias metabolizadoras del triptófano de la dieta y el material de la bolsa (cloruro de polivinilo).
Suele darse en pacientes ancianos pluripatológicos, principalmente institucionalizados, con sondaje vesical permanente, estreñimiento crónico y con baja utilización reciente de antibióticos. También en insuficiencia renal crónica, orina alcalina y paciente encamado con dieta hipercalórica e hiperproteica. El tratamiento se dirige a la infección urinaria, al control del estreñimiento y al buen cuidado del sondaje.
Es importante saber reconocerlo desde Atención Primaria, principalmente en zonas donde no se posean amplias pruebas complementarias, ya que puede orientar no solo la presencia de infecciones urinarias, sino también a un quizás inadecuado cuidado del sondaje vesical.