XXXVI Congreso de la semFYC – A Coruña
del 9 al 11 de junio 2016
Atención Primaria.
Caso multidisciplinar.
Otitis media refractaria.
Enfoque individual
Antecedentes personales: colecistectomía.
Anamnesis: Paciente de 52 años que acude a consulta en múltiples ocasiones por otitis media refractaria a los tratamientos antibióticos establecidos en las distintas visitas (claritomicina y amoxicilina respectivamente). A las tres semanas empieza con cuadro de tos y expectoración verdosa y 5 días más tarde presenta pérdida brusca de visión en OI, motivo por el cual se deriva a urgencias donde se detecta fracaso renal agudo y se ingresa a cargo de Nefrología para estudio.
Exploración: Abombamiento de tímpano con mucosidad en CAE en ambos oídos. Ligeros edemas en MMII. Resto normal.
Pruebas complementarias; Analítica: hemograma normal, urea 237, creatinina 9.9 potasio 6,53, PCR 208.3. SO: leve proteinuria y microhematuria. c-ANCA positivos. TAC craneal y ecografía abdominal normal. Rx de tórax infiltrado perihiliar derecho. Biopsia renal: vasculitis necrotizante con afectación de vasos de mediano y pequeño calibre.
Enfoque familiar
Familia nuclear en etapa IV del ciclo vital familiar (etapa de contracción). Tiene 2 hijos. Buena red de apoyo social y emocional.
Desarrollo
Juicio clínico: Granulomatosis de Wegener con afectación pulmonar, renal, ótica y oftálmica.
Diagnóstico diferencial: Poliangeitis microscópica, síndrome de Churg-Strauss, neuritis óptica anterior, otitis media bilateral.
Tratamiento
Se ingresa a cargo de Nefrología y se coloca catéter para hemodiálisis de forma temporal. Se inicia tratamiento con bolos de metilprednisolona y ciclofosfamida.
Evolución
El paciente presenta mejoría de fracaso renal durante su ingreso, dejando de precisar sesiones de hemodiálisis. La otitis media ha cesado y presenta discreta mejoría de agudeza visual. Tras el alta el paciente continúa con ciclos de ciclofosfamida presentando estabilidad clínica.
La aplicabilidad de este caso para la Medicina Familiar y Comunitaria se basa en la importancia del enfoque global del paciente, ya que ante un paciente aparentemente sano, la aparición de varios eventos simultáneos de distinta índole y refractarios a tratamiento debe hacernos ampliar nuestro diagnostico diferencial.